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ESPADAS EN LO ALTO

Scott Dixon arrebata el liderato a Helio Castroneves en Houston

De cara a la última cita del año, este fin de semana se vio lo que se necesitaba: percances y gente importante afectada.

Scott Dixon arrebata el liderato a Helio Castroneves en Houston

Scott Dixon arrebata el liderato a Helio Castroneves en Houston

La IndyCar ya no tiene nada que envidiar a la Champ Car o a la IRL. Al principio, los aficionados eran un poco rehacios con la decisión de unir la Champ Car - desaparecida en 2008 por bancarrota - y la IRL (Indy Racing League) como antaño era constituida la CART: circuitos ovales y circuitos ruteros. Ahora se nota la inversión y tenemos una Season Finale por delante a lo grande.

Fontana albergará en unas semanas el final del campeonato, y todo parece que seguirá igual de emocionante. Tanto como las carreras de Houston este pasado fin de semana. La ciudad del estado de Texas volvía al calendario, y los románticos encantados. El urbano tuvo su época dorada durante la CART. Y no decepcionó.

Dixon toma la batuta

Helio Castroneves, líder del campeonato, llegaba con una oportunidad de oro para proclamarse campeón. En caso de sacarle más de cincuenta y tres puntos a Dixon tras la doble cita le hubiera servido. Lo malo es que pese a ser matemáticamente posible, la física y los problemas le mermaron para la primera de las dos carreras.

En ella, Castroneves tuvo que partir desde atrás en parrilla debido a una sesión horrible de clasificación. Por su parte, Scott Dixon sí que aprovechó esa sesión cronometrasa, asestando la primera puñalada. Clasificar delante en un trazado urbano es una regla básica, ya que las posibilidades de adelantamiento son más bien escasas a lo largo del desarrollo de la prueba. Una primera carrera que antes de empezar posaba la responsabilidad en los hombros de Scott Dixon, que en ese momento era segundo en el campeonato, y Will Power, compañero de Castroneves en Penske, cuya misión era evitar que Dixon consiguiera la victoria.

Esa responsabilidad de Power contaba con un comodín y era la posibilidad de remontada de Castroneves. Cómo la consecución del título, esta variante se le negó al brasileño. Las noventa vueltas previstas empezaban de forma esperada: la poca experiencia en salidas en parado de muchos de los participantes hizo que se tuviera que repetir y, en la segunda, Hinchcliffe calaba el DW12. Carpenter, que salía retrasado, le rozó con la parte trasera provocando la primera neutralización.

Esto beneficiaba en parte a Castroneves. Por delante no podían tirar, especialmente Takuma Sato, el poleman. De hecho, Sato decidió parar durante la neutralización, dejándole en medio del grupo. Más allá de ahí, el japonés las pasó canutas para seguir el ritmo de cabeza de carrera. Al final, no pudo acabar y quedó a ocho vueltas por problemas en la dirección.

Dejando a un lado la pole sorpresiva de Sato, Dixon fue a matar al toro. La distancia con Castroneves es lo que tuvo en la mirada durante toda la prueba, y no se inmutó cuando en las últimas vueltas una muy competitiva Simona de Silvestro le disputaba la victoria. La fémina estaba demostrando una vez más su velocidad y que el género no importa. La suiza al final se conformó con un segundo puesto que le supo a gloria. "Esta temporada, si nos paramos a mirar, no ha ido del todo mal. Empezamos muy bien en St Petersburgo, con un sexto puesto. Un pequeño bajón vino después, y aprendimos a centrarnos en lo que yo necesitaba en carrera. Y al final, el podio que tanto esperábamos ha llegado."

Scott Dixon arrebata el liderato a Helio Castroneves en Houston

Dixon contra Power, segundo asalto

Scott Dixon se despertaba contento. La carrera del sábado le dejó a ocho puntos de Castroneves en la general, y era momento de desatar a la bestia, dar la vuelta a la tortilla que domina desde la prueba del Texas Motor Speedway. El neozelandés de Ganassi sabe lo que es jugarse un título con el brasileño de Penske, pues en 2008 también se pegaron por ser campeón. Lo malo es que el domingo las cosas se le torcieron un poco.

Llovía. Muy fuerte para más inri. La clasificación matinal se iba por la alcantarilla acompañada con una noticia que le perjudicaba: la parrilla se formaría en base a la clasificación de propietarios. O en otras palabras, Castroneves estaba en primera fila. Lo bueno, que le podría vigilar de cerca, pues Dixon tenía la segunda posición de parrilla.

Como era de esperar, la salida de nuevo alterada por un incidente. Lo irónico es que fue culpa de Takuma Sato, quien a priori cuenta con muchísima más experiencia en salidas estáticas que gran parte de la parrilla. Enésima salida abortada en lo que llevamos de año, y se repite el proceso. Esta vez si que todo el mundo está en orden y se apagan los semáforos sin incidentes, cosa extraña también teniendo en cuenta las características de la pista.

Castroneves mantiene la primera posición mientras Dixon se le sube a las barbas. Parecía que a Helio se le habían resuelto los problemas de la primera carrera, cuando la caja de cambios se le trabó. Nada, olviden lo escrito. No tardó en volver a recibir la visita de los gnomos, y esta vez no pudo recuperar tantas posiciones como en la prueba del sábado.

"Tengo que decir que los chicos han hecho un trabajo excepcional arreglando el daño en la caja de cambios. He podido recuperar una posición y puntos valiosísimos para el campeonato, aunque me siento mal por no recompensarles hoy el esfuerzo con algo más. Por suerte estamos aún ahí, y Fontana dirá."

Eso dejaba de nuevo a Dixon liderando la prueba. Sólo tenía que repetir lo del día anterior y sería líder del campeonato. Pero Penske no se lo iba a poner tan fácil. El subcampeón de 2012, Will Power, convirtió la prueba en una lucha entre un australiano y un neozelandés. Will no buscaba la gloria personal, si no la ayuda a Castroneves, pues ganar la cita por delante de Dixon restaría puntos cruciales al de Ganassi.

Scott Dixon arrebata el liderato a Helio Castroneves en Houston

En la vuelta cuarenta, fue Power quien cogió el liderato tras una de las muchas resalidas. Eso si, la pelea Dixon-Power estaba siendo de tú a tú. La prueba estuvo plagada de toques, trompos y fallos que dejaron al grupo muy compacto. La peor de ellas, fue la que acabó decidiendo la carrera.

Dario Franchitti y Takuma Sato se vieron envueltos en un incidente que ha dado la vuelta al mundo varias veces en las últimas veinticuatro horas. Durante el último giro, el japonés y el de Ganassi estaban enfrascados en una batalla. Saton protegiendo el puesto, desliza sobre marbles y Franchitti le golpea en la parte trasera, catapultando al DW12 contra el muro.

A consecuencia de esa volada, la catch-fence se fue a la parte alta de la grada, hiriendo a una docena de aficionados. En cuanto al propio Franchitti, se ha confirmado que necesitará ser intervenido en el tobillo derecho fracturado y que tiene fracturas en las vértebras T6 y T8. Esto significa que no estará en Fontana para la última cita, y Dixon se queda sin un compañero que le ayude con el campeonato.

El neozelandés acabó apretando a Will Power, pero no consiguió arrebatarle al de Queensland la victoria. Penske salva de forma mínima el pellejo a Castroneves y Dixon se pone líder del campeonato con cincuenta y tres puntos por disputarse. ¿Cómo acabará todo? La noche lo dirá. Algunos se confundirán. Otros llorarán, de alegría o de rabia, pero seguro que por un motivo justo: estamos ante uno de los mejores campeonatos de los últimos años.

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