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PRUEBA

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

Tras seis días al volante de una unidad de la nueva generación del Juke, damos nuestro juicio sobre el popular crossover de Nissan.

Miguel Lorente

14 diciembre 2014 17:00

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Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

El Nissan Juke aparece por nuestras calles y carreteras como una mayoría silenciosa porque miremos a donde miremos, con poca diferencia en el tiempo vemos uno, de cualquier color, motorización y acabado y, aunque el equipo de Motor y Racing ya dispusimos de una unidad de la versión de dos ruedas motrices de Nismo a finales de 2013 que me dejó muy buen sabor de boca, tenía muchas ganas de ver si la segunda generación de este superventas que ha popularizado junto a su hermano el Qashqai el concepto "crossover" de ciudad merecía mantener ese estatus de superventas por méritos propios.

Primeras impresiones

Una vez ya al volante del Juke que Nissan nos prestaba y que cuenta con un bloque turboalimentado de 1,2 litros de gasolina, tracción delantera el cual rinde 115 CV y 190 Nm de par, salimos del punto de recepción y entramos en uno de los diarios atascos madrileños, concretamente en del mediodía de un viernes (momento en que miles de oficinistas vuelan de sus cucos dirección a un lugar sin duda mejor que su puesto de trabajo) y lo primero que no me gustó (vamos a empezar fuerte) fue la pronta intromisión del sistema Start/Stop que paró el vehículo a muy pocos metros y minutos de haber arrancado. Nada más pisar el embrague el sistema economizador de carburante entró en acción de forma automática y volvió a la vida.

Por suerte se puede desconectar manualmente y nada más ubicar el botón lo pulsé, aunque este coche no es mío, no me parece lógico que aún con el motor frío arranque y se apague de forma más o menos continua, con lo que la desactivación fue rutina habitual cada vez que me dispuse a conducirlo sobre todo para ir a trabajar por las mañanas, que ya empezaban a ser frías.

Pues bien, como decía, ya dentro, en el habitáculo las diferencias con la anterior generación son nulas o al menos imperceptibles aunque Nissan asegura que ahora hay más espacio en el nuevo Juke. Discrepo o al menos es inapreciable para sus ocupantes, sobre todo los de atrás. Por otro lado son los mismos mandos, misma disposición de botones, mismos sistemas...

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

Aunque es cierto que sí que hay novedades que rápidamente salta a la vista como son los sistemas de aviso de cambio de carril involuntario y de detección de vehículos próximos en los ángulos muertos, si bien el primero es útil pero no intrusivo en la conducción, los que nos da la luz naranja de aviso en los triángulos que cubren el retrovisor en la puerta pueden llegar a parecer una feria cuando se circula sobre todo en ciudad.

Al principio pueden llegar a ser molestos y disruptivos para la conducción porque te alarman más de lo que realmente puede necesitarse ya que te avisan de que un vehículo circula detrás tuya aproximándote hacia a ti: algo lógico, habitual y poco alarmante cuando estamos conduciendo en vía urbana o la típica moto haciendo slalom buscando la pole del semáforo aún en rojo, pero es cierto que de más de un susto te libra aún cuando, antes de iniciar el cambio de carril has mirado por los espejos laterales y ese maldito punto ciego oculta un compañero de carretera al que no ves. Entonces sí que te das cuenta del gran invento que es por lo que aprendes a ignorarlos en los momentos en los que sabes que no vas a necesitar que nadie te cuente qué es lo que pasa tras de ti y sí cuando te preocupa moverte entre el tráfico con seguridad.

Por otro lado la cámara de visión trasera también recibe mejoras y ahora la pantalla se divide en dos y la de la izquierda recoge la imagen directa de lo que hay en la zaga mientras que la de la derecha parece mostrar una composición en una vista cenital realmente curiosa.

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

Volviendo al habitáculo, la posición del conductor sigue siendo muy buena, el asiento de este Juke es muy cómodo, agarra los costados muy bien y aún así resulta confortable tanto en los desplazamientos cortos como en largos donde el centenar de kilómetros se sobrepasa sin esfuerzo y cansancio siempre y cuando se viaje en las plazas delanteras porque en las traseras son otro cantar.

Estimar que la capacidad posterior del Juke es de tres adultos es confiar en que esta medición se haya homologado en su Japón natal y con las medidas estándar de un ciudadano japonés de talla media (1,60 y no más de 60 kg) porque pensar en meter a tres personas de entre 1,70 y 1,85 y de más de 70 kg me parece un castigo, solo lo aceptaría para acercar a una persona a la boca de Metro más cercana y hacerle el favor de no llevarle más compactado que en el propio tren en hora punta. Un viaje largo de tres personas detrás no lo veo en absoluto factible, en cuanto a comodidad, evidentemente.

Algo parecido pasa con el maletero, aunque se asegure que ahora es más grande sigue siendo pequeño si se quiere usar como coche familiar, una maleta grande se puede meter, pero ya. Ni bolsas, ni bolsos, ni maletines, ni neceseres... para ir a hacer la compra da de sobra pero se me hace difícil hacerme a la idea de cómo meter ahí un cochecito de bebé de los que se pliegan en horizontal.

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

Al volante

Pero la vida desde el asiento del conductor del Juke 1.2 DIG-T es divertida y su pequeño bloque da unas tremendas píldoras de diversión. Aún contando con tres modos de conducción, el habitual económico, normal y deportivo, la alegría que tiene este motorcillo turbo con el mapa estándar es una delicia. Nunca pensaría que un coche así que, si es cierto que dispone de 115 CV y 190 Nm, tuviera tanta facilidad para no solo coger velocidad cuando se pisa el acelerador y hacerlo de manera tan progresiva, pudiera ser tan divertido.

Adelantar con él es muy fácil, incluso, aún probando en el modo Sport, se vuelve tan radical (casi lo puedo comparar a la respuesta del motor 1.6 que afina Nismo) que resulta inadecuado para este urbanita de buenos modales. Es recomendable llevar el Normal por defecto y bajar al Eco cuando toque un viaje largo.

Su conducción puede volverse una montaña rusa pero en su vertiente más divertida: deja caer la aguja de las revoluciones y relájate que en cuanto quieres un poco de brío el acelerador da vida al motor que le pide al turbo entrar en acción y sopla desde abajo hasta que te pide meter una marcha más y entonces la directísima caja hace que subir de marchas sea un una sucesión de movimiento de la palanca hasta que estás en sexta habiéndote incorporado a la autopista desde segunda sin darte cuenta, de forma muy adecuada a la velocidad de quienes circulan por esa vía y habiendo pasado unos segundos de diversión solo por pisar el acelerador de forma coherente.

Con un consumo medio final tras los días que duró esta prueba de casi 300 kilómetros de 6,4 litros de gasolina de 95 cada 100 recorridos por los 5,6 que homologa la marca pero hay que señalar que la mayoría de mis trayectos fueron realizados por vías rápidas pero con desniveles a tener en cuenta y con una densidad de tráfico considerable, además de que para la media absoluta he contado con un kilometraje significativo a través de la ciudad por lo que hay que entender que este gasto es mixto y que en un viaje realizado prácticamente solo por autopista el Juke estipuló un consumo fue de 5,9 con el mapa de la ECU modo Normal.

La dirección es otro de sus puntos fuertes, de hecho si tuviera que elegir no sé si ganaría la respuesta y el comportamiento del motor o la precisión de la dirección. Es dura, bastante resistente, de las que cuesta en algunos momentos en los que los brazos andan relajados, pero amigo, donde donde tus ojos ponen el objetivo, allá que va el Juke. Es muy precisa, es directa, tiende a parecer que se resiste pero da tanto juego que dan ganas de coger una calle a la derecha y una a la izquierda solo por evitar ir en línea recta.

Disfrutamos del nuevo Nissan Juke 1.2 DIG-T

En cuanto a la suspensión es muy evidente que ha sido diseñada para ser usada fundamentalmente por asfalto de ciudad por la rigidez de su tarado pero capaz de absorber baches, adoquines, pasos sobreelevados... con total facilidad y de forma que en el interior sus pasajeros sufran lo mínimo, es muy equilibrada para un vehículo concebido para moverse por la urbe pero que de vez en cuando escarcea con rutas sin pavimentar.

El refinamiento del chasis que el fabricante afirma que ha hecho en el nuevo Juke es la guinda del pastel: cuando te mueves en curvas más bien rápidas y divertidas transmite una agilidad propia de otros vehículos orientados a una conducción deportiva. Quizás te dejé una sensación de que el coche tiende a irse de atrás cuando se conduce de forma dinámica pero en ningún momento te compromete puesto que sientes absolutamente todas las fuerzas e inercias, es decir, que te transmite todo lo que recoge y eres tú, quien conduce, quien decide en todo momento sobre el coche.

Conclusión

El Juke un crossover como Nissan lo define capaz de hacerte sentir lo mismo que un compacto con un chasis elevado sin necesidad de sentirte flotar. Hace agradable pasar sin preocupación a daños físicos los resaltos del asfalto circulando por debajo de la velocidad máxima permitida por ciudad. La unidad de pruebas se le ha dotado de un motor de un volumen pequeño pero capaz de rendir a las mil maravillas por lo que resulta una gran opción si lo que se busca es un coche que dé alegrías al volante ofreciendo un equilibrio en cuanto a sus prestaciones con un coste razonable (éste parte de un P.V.P. recomendado y sin descuentos de 23.250 euros) que no hará más que darte satisfacciones.

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