Uno de los elementos de muchísima importancia en nuestro vehículo es el espejo retrovisor, y con esto no es que se le quiera restar importancia al resto de los elementos necesarios para que logremos conducir de manera segura, sino por el contrario, es hacer énfasis en cada uno de los elementos que hacen que el viaje a cualquiera que sea nuestro destino no se convierta en una situación estresante y peligrosa.
Pasa desapercibido
El espejo retrovisor no solo representa una parte importante de la estética de nuestro coche, ya que nos ayuda a mantenernos al tanto de lo que sucede detrás del vehículo. Este elemento inició su historia como algo muy sencillo, una especie de herramienta que contribuye con el conductor. A diario utilizamos el espejo retrovisor, inclusive desde que nos subimos al coche, sin embargo, y aunque usted no lo crea, en la mayoría de las veces pasa desapercibido; aun así, la mejor prueba para saber qué tan útil es el espejo retrovisor es intentar conducir el vehículo sin él. ¿Verdad que su ausencia podría meternos en problemas? Seguro que sí. En muchos lugares conducir sin el espejo retrovisor es un motivo para sanciones o multas.
Elemento de la seguridad
La fabricación del espejo retrovisor al parecer es muy sencilla, para nosotros podría ser una pequeña pieza de vidrio recubierta en su parte trasera por un material reflexivo, por lo general de aluminio, lo que permite que se refleje una imagen. Esta pequeña pieza se adapta perfectamente en una base acorde al modelo del coche; pero para los fabricantes no es así. El espejo retrovisor representa un elemento vital para la seguridad del conductor y los ocupantes, es por eso que muchas empresas fabricantes de vehículos han invertido una cantidad importante de tiempo y esfuerzo para mejorar este elemento. Si bien es cierto que los coches de última generación traen consigo cámaras de visión trasera, también es cierto que aún quedan millones de autos con los espejos retrovisores convencionales.
Cómo llegó a nuestras vidas
Aunque el espejo retrovisor ya tiene más de 100 años su utilización no se dio de un día para otro, es más, pasaron muchísimos años antes de que los primeros coches comenzaran a utilizar este elementos casi que de manera reglamentaria. Su origen es debatible, pues se atribuye su creación al piloto y constructor de automóviles, Howard C Marmon, quien un día quiso participar en una carrera que se celebraría en Indianápolis, en el año 1911; en dicha carrera se presentaba un nuevo tipo de coche, con un solo asiento, a diferencia de los coches habituales, que montaban dos asientos, unos para el piloto y otro para el copiloto, quién generalmente era el mecánico y cuya principal función era la de mantener informado al piloto de su entorno durante la corrida.
La situación que se presentó hizo que los pilotos tuvieran que adaptarse a los nuevos tiempos. Fue así como Howard resolvió su problema colocando un espejo frente al coche y así obtuvo una visión de lo que sucedía tras él durante la carrera; esta fue la primera vez que se vio públicamente la utilización del espejo retrovisor. Algunos años antes, Dorothy Levitt, en 1909, publicó un manual de conducción para mujeres en el que les indicaba un pequeño truco que consistía en sacar su pequeño espejo para maquillaje y utilizarlo para poder ver quien venía tras ellas. No fue sino hasta 1914 cuando se comenzó a plasmar y a comercializar esta idea en los coches de aquella época.
Tipos de espejos
En la actualidad existen varios tipos de Espejos retrovisores, los que conocemos de manera tradicional que necesitan ser regulados de forma manual y que generalmente resultan molestos, sobre todo cuando se conduce de noche, ya que el reflejo de la luz llega a incidir de manera directa sobre nuestros ojos. En este sentido muchos fabricantes estudiaron y diseñaron una gran solución al problema, implementando el retrovisor de doble posición, el cual sigue siendo regulable de forma manual, pero con la diferencia que esta vez con solo mover una pequeña palanca cambiamos la dirección del espejo, y así desviamos el reflejo de la luz a la vez que podemos continuar utilizando nuestro espejo.
También existen otras opciones un poco más sofisticadas la cual consisten de un espejo retrovisor electrónico que cuenta con unos sensores de luz quienes detectan los cambios de luz delante y detrás del coche regulando y oscureciendo la imagen en el espejo; estos son conocidos como espejos electrocrómicos o de oscurecimiento automático.
Otras opciones
Tenemos otro tipo de opciones como las que mencionamos anteriormente que incorporan otro tipo de tecnología y utilizan cámaras de alta definición instaladas en la parte trasera del coche y que convierte el espejo retrovisor en una pequeña pantalla de televisión con solo tocar un botón. Esta opción ofrece una visión de aproximadamente 50 grados lo cual resulta bastante práctico, ya que si llevamos pasajeros en la parte trasera que son muy altos y obstaculizan nuestra visión esta resuelve de manera óptima el problema. Algunos de estos nuevos espejos equipan funciones como información sobre mapas, música, llamadas telefónicas, etc.
En definitiva, debemos estar agradecidos a quienes inventaron los espejos retrovisores; quién hubiera pensado que a futuro serían tan útiles para nuestra seguridad como conductores. Talvez en un futuro cercano serán sustituidos por el avance inevitable de la tecnología, pero mientras eso llegue, el espejo retrovisor seguirá siendo ese gran aliado y el compañero ideal de nuestros viajes.
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