La cúpula de Volkswagen AG ya tiene sobre la mesa el nuevo plan de reestructuración, una de las mayores tareas de su nuevo CEO, Matthias Mueller, que para hacer frente a las consecuencias del Dieselgate conllevará no pocos cambios en la estructura del grupo, que tras años de masivas adquisiciones ha adquirido unas dimensiones portentosas, lo que incluso antes de que estallara el escándalo le ha supuesto no pocos quebraderos de cabeza la empresa matriz, Volkswagen.
Según se rumorea entre los distintos analistas financieros, el plan que presentará en breve el grupo finalmente contará con la posible venta de algunos de los activos de la compañía alemana, estos activos son precisamente algunas de las últimas adquisiciones del grupo alemán, como son las divisiones de camiones y vehículos pesados, MAN y Scania, así como la firma italiana de motocicletas Ducati, adquirida a través de Audi a principios de esta década.En total el Grupo Volkswagen se divide en hasta 12 marcas diferentes, por lo que era de esperar, y así se ha rumoreado largamente desde que en otoño pasado se desatara el escándalo de las emisiones, que alguna marca debería ser vendida para poder paliar la más que previsible sangría de efectivo a la que se enfrenta el grupo germano.
Planes
El nuevo CEO, Matthias Mueller presentaba su plan a la junta supervisora de Volkswagen el pasado martes, que serán desvelados previsiblemente mañana jueves a los medios de comunicación internacionales. Por el momento no hay declaraciones oficiales, al menos hasta que sean desvelados los planes estratégicos del grupo.
Según diversos analistas, la actual directiva de Volkswagen AG no solo tendrá que paliar los efectos de la polémica de las emisiones de los motores TDI, además, deben corregir las deficiencias provocadas por la política expansionista a gran escala de estos últimos años. Haciendo que incluso la empresa matriz se haya visto estrangulada económicamente, provocando que el rápido crecimiento sumado a una rígida estructura centralizada fuera la causa de la lentitud del grupo a la hora de adaptarse a los cambios, como ejemplo la política de renovación de plataformas, mucho más lenta que en el caso de otros fabricantes.
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