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SUBASTA SOLIDARIA

Gene Simmons, bajista de Kiss, ofrece su Ford F100 para la beneficencia

El cofundador una de las más gloriosas bandas de rock entrega su "customizada" F100 para ser subastada.

Gene Simmons, bajista de Kiss, ofrece su Ford F100 para la beneficencia

Gene Simmons, bajista de Kiss, ofrece su Ford F100 para la beneficencia

Una de las caras más desconocidas del rock es su lado solidario y Gene Simmons junto a su inseparable esposa, Shannon Tweed, han hecho aparición en el salón del motor más radical del mundo, el Sema, para demostrarlo.

Durante la presente edición del show, nunca mejor dicho, diferentes actividades relacionadas directa o indirectamente con el mundo del automóvil. En este caso, mediante la fundación Wheels of dreams, el bajista y cantante de la mítica banda que tiene como himno una canción dedicada a una de las cunas de la automoción, Detroit, ofrece su camioneta Ford F100 de 1956 para ser subastada.

Gene Simmons, bajista de Kiss, ofrece su Ford F100 para la beneficencia

No solo la carrocería no es la estrictamente original, además de estar ensanchada casi 10 cm respecto la de serie, montar unas llantas de 19 y 20 pulgadas en los ejes delantero y trasero, respectivamente, y su chasis encontrarse tremendamente más cerca del suelo gracias a un kit de suspensión específico, esta F100 recibió el corazón donado ni más ni menos que de un Shelby. Concretamente un Mustang Cobra.

De ahí el nombre que recibe esta camioneta: Snakebit, el mordisco de la serptiente. Y es que no solo el aspecto de esta descomunal furgoneta es netamente la de un Shelby Mustang de frente, los 550 CV extraídos del bloque de ocho cilindros dispuestos en forma de V de 5,4 litros sobrealmentado que ofrece, son sin duda un cantidad muy muy seria a tener en cuenta a pesar de su aspecto de perro pachón.

Los interiores también han sido modificados y el cuero aparece por la gran mayoría de los espacios.

Gene Simmons, bajista de Kiss, ofrece su Ford F100 para la beneficencia

El lado solidario de Simmons&Tweed

Ya no solo por el fetichismo que todo el merchandising de la banda mueve, económincamente Kiss obtiene mayores beneficios anuales a través de los derechos de imagen de la infinidad de productos que llevan su imagen que por venta de sus discos o conciertos, sino porque, en este caso, el vehículo es una salvaje adaptación y personalización usado como canal para recaudar fondos con un buen fin.

Los beneficios serán donados a la fundación mencionada anteriormente, Wheels of dreams, gestionada por Shannon Tweed, y dirigida a subvencionar el trabajo en un hospital infantil en su ciudad natal, Saskatoon, en Canadá.

El propio Simmons estimó que su subasta podría alcanzar la desorbitada cantidad de 1.000.000 de dólares, sin duda un capricho de proporciones desorbitadas pero con un tremendo y generoso buen fin: ayudar a quienes lo necesitan.

Así que, si eres un fan de Kiss, como quien suscribe este artículo, o bien simplemente quieres colaborar con la causa con una buena puja (el millón de dólares está por ver) o donación, puedes entrar en la web y dejar tu aporte. Suerte.

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