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NASCAR SPRINT CUP

Joey Logano y Denny Hamlin regresan de vacaciones con fuerza

Con la victoria de Logano en Richmond ya son dos los clasificados para el Chase. Hamlin es el octavo ganador en diez carreras.

Joey Logano y Denny Hamlin regresan de vacaciones con fuerza

Joey Logano y Denny Hamlin regresan de vacaciones con fuerza

Un cuarto del campeonato ya se ha volatilizado y tras las primeras diez carreras ya tenemos a dos pilotos clasificados para el Chase de la NASCAR Sprint Cup Series. Si en Darlington fuera Kevin Harvick el encargado de abrir la lata de contendientes seguros al título, Joey Logano empezo a comer de ella en Richmond con una victoria soberbia.

La prueba de Richmond fue la primera de la segunda etapa de la NASCAR Sprint Cup Series. En un campeonato donde tan sólo hay tres semanas sin carreras -la All-Star Race no es puntuable pero sigue siendo una carrera- lo importante recae en cómo afrontas cada fin de semana. Logano ganó en Texas, y en Richmond cocinó a fuego lento una estocada en las últimas vueltas.

En esos quince últimos giros en el trazado de Virginia se pudo ver la esencia de los short tracks. Por su naturaleza, los short tracks -de menos de milla y media de cuerda, siempre medida por el exterior- suelen deparar carreras muy apretadas y espectaculares. En Darlington pudimos ver como se enegrecían los muros de protección. En Richmond, vimos como el Ford #2 de Brad Keselowski acababa negro tras un rifirrafe con Matt Kenseth en los compases finales.

Y es que la lucha por la victoria en Richmond fue de las épicas. Matt Kenseth, Brad Keselowski, Jeff Gordon y Joey Logano enseñaron lo que es aprovechar cada milímetro de asfalto. Mientras Gordon intentó pasar a Kenseth, y ambos se fueron un poco al exterior. Brad Keselowski entonces se aprovechó de la trazada de Gordon e intentó colarse también a Kenseth. Y empezaron a intercambiar pintura. ¡Los tres casi en paralelo! Keselowski se mosqueó e intentó molestar a Kenseth por no dejarle hueco, y Gordon seguía abriendo espacio entre el vértice de las curvas y Kenseth.

¡Logano por el interior! ¡Se pone primero aprovechándose de la lucha y Gordon le sigue! Kenseth y Keselowski seguían pegándose algo que aprovechó Kyle Busch para meterse en la pelea también. Finalmente ganó Logano por delante del #24 de Hendrick Motorsports, pero no acabó ahí la carrera. Keselowski golpeó a Kenseth tras la bandera a cuadros. Al menos el de Michigan lo hizo con el coche, dando un empujoncito al #20 de Kenseth. En los garajes volaron puñetazos literalmente con Marcos Ambrose y Casey Mears. Se caldeaba el ambiente antes de Talladega.

Joey Logano y Denny Hamlin regresan de vacaciones con fuerza

Talladega y un final castrado

Dos de siete clasificados, diecisiete carreras para el final antes de Talladega y mucha pelea por milímetros. Unas bases de lo fue el pasado domingo una carrera muy bonita aunque sin tantas variantes en la parte delantera. Pero es lo normal, siempre está el arriesgado que decide tirar del grupo en el óvalo más grande de los Estados Unidos.

La placa restrictora impide dar el 100% de potencia de los NASCAR, reduciendo en casi la mitad el caballaje. De 900 a poco más de 500 caballos y eso significa también que la velocidad punta es menor. Eso si, se superan los 300 kilómetros por hora con soltura. Entonces entra lo más complicado: como mantienes la concentración con una hora sin cometer un error que envíe al muro a los cuarenta y dos pilotos restantes. Como era de esperar, hubo fallos. Eso sí, de pilotos punteros, conviertiendo esos fallos en reliquias.

La primera bandera amarilla salió en la vuelta quince. Un error de Brad Keselowski que no causó heridos por daño colateral a gran escala. El de Penske se había puesto en paralelo con Danica Patrick, que hasta entonces había liderado gran parte de la carrera. En el momento de rebasarla, Keselowski midió mal el espacio y el Ford #32 y el Chevy #10 se rozaron, provocando el trompo del campeón de 2012. Fue el principio de un día de perros para Keselowski.

No sólo provocó esa neutralización el de Penske. En la vuelta 115 Keselowski trompeaba en medio del pelotón tras ser doblado por sexta vez por los líderes. El primer Big One apareció y el grupo empezó a ponerse nervioso. A ello se le suma que la carrera estaba en su segunda mitad, en la que ya de por sí la tensión aumenta con cada vuelta que pasa.

El otro fallo gordo del fin de semana fue el de Jimmie Johnson, que por culpa de las turbulencias causó una montonera pocas vueltas después. No sería tampoco el único afectado por esas alteraciones del aire, como se vio con Carl Edwards. El #99 trompeó solo y se fue al muro sin provocar muchos daños ya que circulaba en la parte trasera del pelotón. Esa amarilla fue clave, y Denny Hamlin lo sabía.

Joey Logano y Denny Hamlin regresan de vacaciones con fuerza

Se relanzó a falta de dos vueltas, y llegaron las filas a cuatro por detrás. era cuestión de tiempo que hubiera un toque. Hamlin se puso al frente rezando por terminar la carrera cuanto antes. Pocas oportunidades tendría el grupo si se entraba en la última vuelta...¡Trompo por detrás!...¡Hamlin pasa la bandera blanca, pero la carrera sigue bajo bandera verde! ¡Sale la amarilla! ¡Hamlin gana la Aaron's 499!

La explicación a la ausencia de Green-White-Checkered como tal viene dada por la abolición de la regla del Race to the Flag. Hace 10 años existía la oportunidad de luchar hasta la línea de meta en caso de bandera amarilla para decidir quien era el ganador, pese a los restos en pista. Debido a su claro peligro, se decidió acabar con una neutralización completa. Dicha neutralización entra en funciones en el momento en el que dirección de carrera aprieta el botón. De esta forma se evitan accidentes, pero también se priva de un final emocionante como el que pintaba en Talladega.

La próxima cita este mismo sábado en Kansas antes de entrar en la semana del All-Star y empezar a afrontar la Coca-Cola 600, a disputarse la madrugada del domingo 25 al lunes 26.

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