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CON TRAMPA

El peculiar "Harlem Shake" de Citroën por Kris Meeke

No es el famoso baile que se ha puesto de moda en las redes, pero es algo bastante parecido y además por obligación.

El peculiar "Harlem Shake" de Citroën por Kris Meeke

El peculiar "Harlem Shake" de Citroën por Kris Meeke

Hace unos meses, en uno de esos extraños movimientos virales que nacen en las redes sociales, se puso de moda un baile bastante peculiar llamado "Harlem Shake", que consiste en desatar la locura al ritmo de la música con los movimientos más excéntricos y los disfraces más raros después de una aparente calma. Tal fue su repercusión que llegó al mundo del motorsport, donde incluso pilotos y equipos adoptaron esta peculiar "danza" para sus celebraciones o para unirse a una moda que sin duda podía servir perfectamente como reclamo publicitario, algo que por otra parte nunca debe faltar sobre todo en los tiempos que corren.

Incluso dentro del mundo de los rallies hemos visto algún "Harlem Shake", pero jamás relacionado con Citroën Racing, una de las marcas más serias del campeonato y que es poco dada a las bromas, sobre todo en un 2013 donde los objetivos deportivos no están terminando de conquistarse. Sin embargo, con motivo del Rally de Australia ambos conceptos se han unido aunque de una forma bastante peculiar y desafortunada para la marca como reza el título "This is not Harlem Shake", puesto que aunque se trata de un elemento divertido, a tenor de lo visto la moda se ha convertido en una obligación laboral en tiempo récord.

Time Lapse

Kris Meeke fue uno de los desafortunados protagonistas del Rally de Australia al sufrir un aparatoso accidente que llevó a su Citroën DS3 WRC a dar siete vueltas de campana y quedar totalmente destrozado. Como la normativa del Mundial de Rallies a pesar del abandono permite reengancharse a la prueba, los mecánicos de la marca francesa tuvieron que pasar una noche, para nada divertida, convirtiendo un coche totalmente destrozado en uno capaz de luchar por los mejores tiempos al día siguiente, aunque para desgracias de los mismos el piloto británico tuviera un nuevo accidente que significaría el abandono definitivo de la cita en las antípodas.

Lo cierto es que los mecánicos consiguieron sobreponerse a una situación bastante complicada pero que ya han vivido en esta temporada y en años anteriores en multitud de ocasiones. Sin embargo, poder ver cómo trabajan sobre el DS3 WRC es un espectáculo que pocas veces hemos podido apreciar y que a pesar del título cómico que ha buscado la marca, es toda una oda a la seriedad laboral en un ambiente tan tenso como el Mundial de Rallies.

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