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HISTORIA DEL WRC

Finlandia vs Francia

Dos dinastías que deciden el rumbo de la historia del WRC desde 1978 hasta la actualidad.

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Finlandia vs Francia

Fábricas indiscutibles de talento mundial, dos países que baten récords y acaparan la vitrina de premios del WRC. Con más 25 campeones del WRC, Finlandia y Francia son la historia, el presente y el futuro de los rallyes. Pilotos que marcan una época y que han hecho de este deporte una leyenda. Desde los finlandeses voladores hasta la era Loeb, dos estilos, dos fórmulas de éxito. Por un lado, los nórdicos que prefieren triunfar con un gran equipo, todo un plantel de pilotos dispuestos a dar el máximo. Por el otro, los galos que concentran el protagonismo y el talento en una baza más reducida pero igual de efectiva.

Dos países encargados de llenar de prestigio un deporte que acostumbra a pasar desapercibido entre el resto de especialidades del motor. Finlandia y Francia idearon su sistema y situaron a sus pilotos bajo los focos para captar la atención de miles de aficionados por todo el mundo que ahora se rinden ante la magia de un deporte inigualable. Los rallyes son terreno acotado solo apto para grandes artífices capaces de dar espectáculo explotando al máximo la capacidad de los coches. Nieve, asfalto, tierra, agua, de noche, de día... Nunca hay un límite demasiado grande, nunca hay victorias suficientes para los pilotos de la élite del WRC.

Entrenados sobre el hielo

Hablan a la perfección el idioma de los rallyes. Precisos, seguros, arriesgados y vertiginosamente rápidos. Así son los finlandeses 'voladores', una dinastía de varias generaciones que ha llegado a lo más alto del Mundial de Rallyes en tantas ocasiones que su bandera se ha convertido en uno de los logos habituales de este deporte. Quizá sea genética, quizá sus duros entrenamientos sobre el hielo y los frondosos bosques de Finlandia que los preparan ya desde niños para ser verdaderos malabaristas al volante. Sea como fuere, los finlandeses están predestinados para lucirse en este oficio.

Finlandia vs Francia

La dictadura nórdica en el WRC ha sido irregular, pero muy persistente. Un régimen instaurado primero por Markku Alen, un piloto que encarnó a la perfección el espíritu competitivo. Feroz, implacable e incapaz de aceptar la derrota, el piloto de Helsinki fue apodado 'Maximum Attack'. Daba igual la marca o el modelo. Volvo 142, Ford Escort RS 1600, Abarth 124, Lancia Stratos... Alen logró casi una veintena de triunfos en el WRC demostrando que los finlandeses habían llegado para quedarse. Tras él, continúo el trabajo Ari Vatanen, uno de los finlandeses más polifacéticos y temerarios.

Totalmente adicto a los rallyes, pilotando siempre en el filo de la navaja, demostró su capacidad con 10 victorias y con un título de campeón en sus 101 pruebas disputadas del WRC. Incapaz de conformarse, el piloto de Tuupovaara se apuntó a la aventura extrema por excelencia: el Dakar. Vatanen exportó una vez más, el talento de los finlandeses 'voladores' y demostró que ni las dunas se resisten al ADN nórdico al ganar cuatro veces el rally raid con Peugeot y con Citroën. Tras la temeridad e impulsividad de Vatanen, llegó la calma.

Loysa (vago, en finlandés). Así se apodaba a Timo Salonen que, en lugar de mostrarse como un piloto agresivo y arriesgado como era el caso del polifacético Vatanen, reservaba su espíritu competitivo para los tramos y fuera de ellos mostraba un carácter frío y tranquilo. Fueron su sobriedad y su consistente pilotaje los que le llevaron a lo más alto del Mundial de Rallyes con el apoyo de Jean Todt y Peugeot. Necesitaban un piloto que calmara y compensara la impulsividad y el arrojo de Vatanen y Salonen se convirtió en el piloto con el mejor perfil. Su constancia le llevó a sumar 11 victorias y el correspondiente título de campeón. Entre ellos, subió a lo más alto en 1983 Hannu Mikkola, uno de los finlandeses 'voladores' con más experiencia en el Mundial de Rallyes. Con 31 años en la pelea, Mikkola ganó 18 rallyes y aunque su título se hizo de rogar fue paciente. Siempre satisfecho con su trabajo, el piloto de Joensuu, llegó a la cima del éxito aprovechando el rally de casa, Mil Lagos.

Finlandia vs Francia

Sin embargo, los triunfos de Alen, Vatanen, Mikkola o Salonen no encuentran comparación con Juha Kankkunen. Uno de esos pilotos que marcan un antes y un después en la historia, que hacen magia al volante y que elevan los rallyes a la máxima potencia. Hijo de un piloto especialista en carreras de hielo, 'KKK' llevaba en la sangre el espíritu competitivo. Tres marcas, Peugeot, Lancia y Toyota fueron testigos de su talento y llegaron a la cumbre del WRC gracias a sus manos. Unas manos que valen cuatro títulos mundiales, un récord histórico que tan solo dos pilotos han logrado igualar. Uno de ellos, fue Tommi Mäkinen. Otro de esos hombres que se apoderan de un peldaño y de una gran parte del palmarés del Mundial de Rallyes.

Comenzó su aventura sin mucho que reseñar, pues desde 1987 hasta 1995 su paso por el WRC fue bastante discreto y tan solo sumó un podio y una victoria. Sin embargo, en 1996 algo se despertó en él y Mäkinen empezó su recital particular. Durante cuatro temporadas seguidas se apoderó del trono y no dejó respirar a sus rivales gracias a su implacable ritmo a bordo de los Mitsubishi Lancer Evo (III, IV, V y VI). 139 rallyes, 45 podios, 24 victorias y 362 scratch. Una carta de presentación imponente que sirvió para confirmar la supremacía absoluta de los nórdicos. Kakkunen y Mäkinen fueron los estandartes de la época dorada de Finlandia en el WRC.

Una época que comenzó la decadencia tras el título de Marcus Grönholm en el 2000 con el Peugeot 206 WRC. Un piloto que entró de puntillas en este deporte y que poco a poco se convirtió en el finlandés con más victorias en el palmarés. Sin embargo, su éxito fue ligado al fin de la dictadura nórdica, al fin del Mundial de Rallyes tal y como se conocía hasta el momento y al fin de la generación de finlandeses 'voladores'. El país nórdico vio sus éxitos reducidos a cenizas con la llegada del nuevo siglo y del nuevo rey. Un alsaciano capaz de pulverizar todos los éxitos cosechados hasta el momento.

Finlandia vs Francia

Francia asalta el trono

Poco queda por escribir sobre "Le Patron", el piloto más laureado de todos los tiempos. Sébastien Loeb llegó al WRC dispuesto a instaurar un cambio absoluto y borró de golpe todos los resquicios que quedaban de los finlandeses 'voladores' con sus nueve títulos mundiales. El piloto más fiel a una marca que se haya conocido en el WRC. Su relación inquebrantable con Citroën hizo historia con 78 victorias, casi cincuenta más que Grönholm. Se suele decir que lo bueno se hace esperar y quizá por eso la aparición de Loeb en el mundo de los rallyes fue tardía, a los 21 años.

Solo hizo falta la primera victoria, en Alemania en 2002, para descubrir al ganador innato que llevaba dentro el alsaciano. Tan solo dos años después, Loeb comenzaría su dictadura particular y no la abandonaría hasta el 2012 cuando anunció su retirada. Nueve años repletos de victorias épicas y gestas irrepetibles como sus once victorias de 2008, a cuatro del pleno absoluto de triunfos en una temporada. Sin embargo, casualidad o no, Mil Lagos fue una de las pruebas que más se resistió a la imposición de Loeb. Tan solo tres victorias en toda su carrera en el rally finlandés. Aun así era imbatible, intratable y tenía un ritmo difícilmente alcanzable sin importar qué superficie o qué tramo. Así fue la era Loeb, casi una década de la que queda poco que decir y mucho que recordar. Su marcha rumbo al WTCC, dejó a Citroën sin campeón y al WRC a las expectativas. Malacostumbrados a tener un solo rey, el Mundial de Rallyes se veía ahora sin un tripulante fijo.

Y entonces apareció Ogier. El otro 'Seb' aguardó pacientemente la retirada de Loeb y con las puertas abiertas no dudó en reclamar el trono. Desde el 2013, Ogier se ha convertido en el líder indiscutible del Mundial y en el encargado de continuar manteniendo en la cima el talento francés. Finlandia sueña con recuperar la época dorada y los veteranos campeones, los 'voladores' depositan toda su confianza en Jari-Matti Latvala. El nuevo paladín nórdico tiene una tarea difícil y aunque se encuentra en el equipo ganador por excelencia de los últimos tres años, su compañero de equipo Ogier no cede ni un solo segundo. Una batalla por la gloria que Francia y Finlandia continuarán con el asalto del 2016.

Fuentes fotografías: Citroën Racing; Volkswagen Motorsport; Taringa; Jarmo Mäki; Tiago J. G. Fernandes.

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