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WRC CATALUÑA 2016

La 'maldición' está en casa

El piloto español se ha quedado a las puertas del triunfo en el 'rally de casa' hasta en cinco ocasiones.

Adrián González

18 octubre 2016 11:00

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La 'maldición' está en casa

Hay veces que las cosas se dan por hecho, que todo encamina hacia algo que, tarde o temprano, se acaba consiguiendo. Cuando este hecho no se consigue, cuando todo lo que parece se queda en eso, un parecer, la decepción es mayor. Por mucho esfuerzo que se hace por conseguir ese objetivo, nunca se ha acaba logrando. Parece un objetivo tan cercano que acaba siendo maldito. Empezamos a hablar de eso, una maldición, término que, en esto del periodismo deportivo, tanto nos gusta a los periodistas.

Una maldición parece perseguir a Dani Sordo en el 'rally de casa', en el Rally de Cataluña. Desde que en 2006 llegara a la máxima categoría del Campeonato del Mundo de Rallys, el piloto cántabro ha rozado el triunfo en la cita española del WRC, lo ha tenido al alcance, pero no lo ha conseguido. Hasta cinco segundos puestos -y dos terceros- acumula el de Hyundai en sus once participaciones como piloto WRC. Este fin de semana sumaba un nuevo segundo puesto en Salou a su palmarés.

En las órdenes de equipo está la clave

Y no lo ha hecho hasta ahora, probablemente, porque existe un señor llamado Sébastien Loeb. Cinco años permaneció Sordo como escudero del nueve veces campeón del WRC. En esos cinco años en Citroën, pilotando tanto el Xsara WRC como el C4 WRC, logró cuatro segundos puestos en la prueba española -además de un tercer puesto en su última temporada con la marca francesa-. Todos esos segundos puestos pudieron ser victoria, pero el 'tal Loeb' acabó siempre ganando.

La 'maldición' está en casa

Y es que el francés es el piloto más laureado en Salou -años atrás en Lloret de Mar- con ocho victorias, tres más que Antonio Zanini, su más inmediato perseguidor. Normal que ganara, pero ¿y qué hubiera pasado de no haber órdenes de equipo? ¿Qué hubiera pasado si Loeb no se estuviese jugando Mundiales por doquier? Nunca lo sabremos. Lo único cierto es que, sin ese trabajo de escudero, Sordo hubiera tenido un porcentaje mucho más elevado de llevarse la prueba. Prácticamente lo podríamos afirmar. Descubrimos las razones.

2006, el 'gran descubrimiento' de Sordo

Empezando por el principio y yendo en orden temporal, en el año 2006, Sordo debutaba con el equipo Kronos Racing, escudería que suplió a Citroën WRT mientras estos preparaban el C4 WRC, como compañero de equipo de Loeb y Xevi Pons. El Rally de Cataluña se disputó aquel año en el mes de marzo como excepción puntual. Todavía con muchas pruebas que disputar, Loeb consiguió un triunfo que empezó a distanciarle de Marcus Grönholm.

Más puntos de por medio gracias al trabajo de 'gregario' de Sordo que, además de lograr el primer podio en la máxima categoría, lograba colarse entre los dos grandes candidatos al Mundial, arrebatándole más puntos al finés y favoreciendo a su compañero de equipo. Sordo aguantó con solidez y regularidad los ataques del piloto de Ford y, con solo 22 años, logró imponerse a uno de los más grandes del momento. El tema de las órdenes de equipo ya salió por aquel entonces, pues Sordo acabó a solo 48 segundos del ganador. Además de su primer podio, el cántabro logró su primer scratch en el WRC.

La 'maldición' está en casa

2007, las dichosas órdenes de equipo

Ya asentado como uno de los pilotos punteros del Mundial de Rallys y en el mejor equipo posible, Citroën World Rally Team, Sordo se presentaba en Salou -ya en octubre- con la intención de mejorar sus prestaciones. Muchos problemas en Grecia, Finlandia y Alemania le habían dejado rezagado. Pero su labor era ayudar a Loeb. Y así lo volvió a hacer en la prueba de casa.

El piloto cántabro finalizaba segundo en una prueba muy apretada. Tanto Loeb como él distanciaron a Grönholm en la segunda etapa e iniciaron su particular lucha. Órdenes de equipo o no, la cosa es que el galo acabó por delante del español en la segunda etapa y ni las posiciones ni el tiempo de diferencia varió en la última jornada. Loeb se estaba jugando el campeonato con Grönholm y le consiguió meter cuatro puntos de ventaja gracias, de nuevo, a su escudero. Decir que solo trece segundos separaron al primero del segundo. ¿Pudo ganar Sordo aquella vez?

2008, ahora el rival era Hirvonen

Con la retirada de Grönholm, un compatriota suyo como Mikko Hirvonen pasó a liderar a Ford y, con ello, se convertía en principal oponente de Loeb, que buscaba su quinto Mundial. Aunque Loeb lo tenía mejor que bien para conseguir el pentacampeonato, el finés se mostró como un hueso duro de roer. Apenas falló -aunque a espaldas de 'Seb'- y, gracias a su regularidad, apretó hasta la antepenúltima prueba.

La 'maldición' está en casa

Y es que la victoria en Cataluña y el segundo puesto de Dani Sordo -tercero consecutivo por aquel entonces- le permitía aumentar su diferencia con respecto a Hirvonen. Cuatro puntos más. Loeb remataría su quinto Mundial a la siguiente prueba, en Córcega. Esta vez, el ritmo no necesitó órdenes de equipo. El dominio del francés fue incontestable -marcó diez de los primeros once scratchs- pero solo Sordo fue capaz de seguirle. Al final, fueron 24 segundos de desventaja entre español y francés. Otra vez segundo.

2009, diferencia exigua en la ocasión más necesaria

Cinco puntos le sacaba Mikko Hirvonen a Sébastien Loeb a falta de dos pruebas para acabar el Mundial. El campeonísimo estaba contra las cuerdas. Necesitaba sacar todo su potencial y el de su escudero. No dependía de sí mismo. Necesitaba ganar las dos y colar a Sordo entre Hirvonen y él mismo. Una vez más, el cántabro cumplió y Loeb se coronó seis veces campeón del mundo.

Y es que la penúltima cita del Mundial 2009 era el Rally de Cataluña. Tres podios consecutivos llevaba Sordo en la prueba de casa y no iba a ser menos a la cuarta. Desde muy pronto se destacaron los Citroën, con Sordo marcando los cuatro primeros scratchs y poniendo contra las cuerdas a Loeb. Era una situación simbólica. Estaba cantado. Salvo problema o abandono de Hirvonen, el ganador sería el francés. Lo necesitaba.

La 'maldición' está en casa

De nada le valió al cántabro anotarse otros dos mejores tiempos y volver a ser líder, llegó Citroën y lo tuvo claro. Asegurar el liderato y depender de sí mismos en Gales. Hirvonen acababa tercero a casi un minuto mientras que Sordo se quedaba a solo doce segundos de su compañero de equipo. Aquella vez sí, casi al 100%, el ritmo de Sordo era más alto. Fue su oportunidad, la oportunidad. En los últimos tramos, de haber libertad dentro del equipo, el español habría apretado más. Tanto él como Loeb se dedicaron a conservar en los últimos tramos. Escasa diferencia.

2016, la última ocasión

La ilusión se apoderaba de Dani Sordo y todos los seguidores españoles que abarrotaban las cunetas de la edición 2016 del Rally de Cataluña. Ya en formato mixto -tierra y asfalto- Sordo sabía sacar provecho de su posición de salida en la primera etapa, con cuatro tramos de tierra y uno mixto, y se colocaba líder. Se ponía por delante del otro 'Seb', otro invencible, similar al primero. El cántabro ilusionaba y se ilusionaba. Pero todo iba a quedar diluido.

Poco a poco, Ogier le iba limando la diferencia al cántabro hasta arrebatarle el liderato en los últimos tramos de la segunda jornada. El domingo no hubo sorpresas. El francés corrió a buen ritmo y Sordo siguió perdiendo, segundo a segundo, toda opción. Apretó el cántabro que encontró las mejores sensaciones de los últimos años y un resultado que viene a dar moral a Sordo tras varios años con no demasiadas apariciones en el podio. En Cataluña, de hecho, solo ha pisado un cajón en una ocasión, contando las últimas seis temporadas.

La 'maldición' está en casa

Fotos: Archivo RallyRACC, Alamy Photo, Citroën Racing y Hyundai Motorsport.

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