Aunque siendo claros, y como adictos a la gasolina que somos, casi estamos más pendientes de la futura generación del RS4, el A4 más radical de todos, que parece que llegará dispuesto a dibujar una sonrisa a todos los adictos a los motores turbo y con una disposición en V.
Hablando claro, perdería dos cilindros para ganar dos turbos (como antaño). Un V6 de 3,0 litros, que desarrollará una potencia que rondará los 450 CV será, al parecer, la mecánica elegida para mover alegremente al Avant más radical.
Vuelta a la tradición, pero forzada
Pero esta elección parece que ha sido forzada por las normativas de CO2. Al igual que ya ha pasado con la nueva generación del BMW M3 y M4, parece ser la alternativa idónea para cumplir con la normativa, aunque hay fabricantes como Mercedes-Benz que ha preferido sobrealimentar su característico V8, para así no perder su tradición.
Estaremos pendientes de Audi en el Salón de Ginebra, por si se pronunciase al respecto y nos avanzase más detalles de la esperada nueva generación del RS4.
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