Imagínate llegar a un centro comercial, bajarte del coche en la puerta y que tu vehículo se vaya solito a buscar aparcamiento. Suena a ciencia ficción, pero la realidad es que BYD acaba de convertir esto en una posibilidad real. Y lo mejor de todo: si algo sale mal, ellos se hacen cargo.
El "Ojo de Dios" que todo lo ve (y aparca)
La automotriz china ha presentado su sistema de aparcamiento autónomo de Nivel 4, integrado en su plataforma "God's Eye" (Ojo de Dios). No es solo un nombre grandilocuente: este sistema realmente puede aparcar sin que tengas que estar presente ni supervisando cada movimiento.
A diferencia de los asistentes de aparcamiento tradicionales, donde aún tienes que estar pendiente del volante y los pedales, aquí el coche toma todas las decisiones. Te bajas en la entrada del garaje, le das la orden desde tu móvil y él se las apaña para encontrar hueco y estacionarse. Así de simple.
¿Qué significa realmente "Nivel 4"?
Los sistemas de conducción autónoma se clasifican en cinco niveles. El Nivel 5 sería la autonomía total (que aún no existe), mientras que el Nivel 4 permite que el vehículo opere completamente solo en condiciones específicas, como parkings o ciertas vías.

En el caso de BYD, estamos hablando de que el coche puede navegar por un aparcamiento, detectar espacios libres, esquivar obstáculos y estacionarse sin intervención humana. Todo esto con una precisión de apenas 2 centímetros respecto a otros objetos.
La apuesta tecnológica: sensores por todas partes
Para lograr esta hazaña, BYD ha optado por la redundancia sensorial. Mientras Tesla decidió eliminar radares y sensores ultrasónicos para depender solo de cámaras (lo que ha generado algunos puntos ciegos), los chinos han ido por el camino opuesto.
Incluso en la versión más básica del sistema, el "God's Eye C" incluye:
- 12 cámaras que capturan el entorno en 360 grados
- 5 radares de onda milimétrica para detectar objetos en movimiento
- 12 sensores ultrasónicos para mediciones de precisión
Las versiones superiores añaden tecnología LiDAR (láser): la versión B incorpora un escáner LiDAR y la versión A lleva tres unidades LiDAR para máxima precisión. Con todo este arsenal, el sistema crea un mapa 3D detallado del entorno que detecta incluso barandillas o ramas sobresalientes.
El detalle que cambia todo: "Si la lío, yo pago"
Aquí llega lo realmente revolucionario del anuncio de BYD. La empresa se compromete públicamente a asumir la responsabilidad total por cualquier accidente ocurrido durante el aparcamiento autónomo. Esto incluye:
- Costes de reparación del propio vehículo
- Daños a terceros (coches, mobiliario urbano, etc.)
- Indemnizaciones por lesiones si legalmente el coche resulta responsable
En la práctica, esto significa que no tendrás que recurrir a tu seguro en caso de un golpe. BYD promete que podrás contactar directamente con su servicio posventa, que se encargará de todos los trámites y gastos. La ventaja es clara: no habrá subida de prima ni penalizaciones en tu póliza.
Un millón de coches ya lo tienen
No estamos hablando de un proyecto piloto. Más de un millón de vehículos BYD en China ya están equipados con el sistema God's Eye y recibirán esta funcionalidad mediante actualizaciones OTA (over-the-air). Esto convierte a BYD en la primera marca que respalda económicamente su tecnología de aparcamiento autónomo a gran escala.
La competencia: promesas vs. realidad
Mercedes-Benz: el pionero con limitaciones
Técnicamente, Mercedes-Benz fue el primero en conseguir un sistema de aparcamiento autónomo Nivel 4 certificado, allá por 2022. Sus modelos Clase S y EQS podían aparcarse sin conductor en el parking P6 del aeropuerto de Stuttgart.
Pero aquí está el truco: solo funcionaba en ese garaje específico, equipado con infraestructura especial. Era más un "valet parking" automatizado que una funcionalidad real para el día a día. Mercedes demostró que se podía hacer, pero con un alcance muy limitado.
Tesla: las promesas eternas de Elon Musk
Tesla lleva años prometiendo la conducción totalmente autónoma, pero la realidad es que sus sistemas Autopilot y Full Self-Driving siguen siendo de Nivel 2. Esto significa que requieren supervisión constante del conductor.
Su función Summon permite mover el coche a baja velocidad desde el móvil, pero con muchas limitaciones. Los usuarios han reportado problemas de precisión, especialmente tras eliminar los sensores ultrasónicos en favor de un sistema basado solo en cámaras.
Como dice un usuario en los foros de Tesla: el aparcamiento asistido actual es "más tonto que antes" debido a estos cambios. Musk ha rechazado el uso de LiDAR calificándolo de "muleta", pero la estrategia de solo cámaras está mostrando sus limitaciones.
China toma la delantera en la carrera autónoma
El movimiento de BYD no es casualidad. China está invirtiendo masivamente en tecnología de conducción autónoma. Wang Chuanfu, presidente de BYD, ha revelado que la compañía tiene un equipo de 5.000 ingenieros de IA trabajando exclusivamente en conseguir la autonomía total.
Otros fabricantes chinos como Xpeng y Geely siguen caminos similares, mientras que Baidu ya opera servicios de robotaxis sin conductor en varias ciudades chinas. El CEO de Xpeng, He Xiaopeng, ha anunciado que planean lanzar capacidades de Nivel 4 para 2026.
Mientras tanto, en Occidente la adopción avanza con más precaución. Waymo y Cruise experimentan con robotaxis en algunas ciudades estadounidenses, pero estos desarrollos aún no llegan a coches particulares.
¿Cuándo llegará a Europa?
Por ahora, esta tecnología y garantía están limitadas al mercado chino. BYD no ha concretado fechas para su llegada a Europa, donde las regulaciones son más estrictas y los procesos de homologación más lentos.
Sin embargo, dado el rápido avance de la marca (vendió 3,84 millones de vehículos eléctricos en 2024, consiguiendo cerca del 20% de la cuota global), no sería sorprendente que intentara exportar esta tecnología una vez que las normativas locales lo permitan.
El futuro ya está aquí (al menos en China)
BYD ha conseguido algo que va más allá de la mera tecnología: generar confianza. Al asumir la responsabilidad económica por los fallos de su sistema, están enviando un mensaje claro tanto a consumidores como a competidores.
La pregunta ya no es si los coches podrán aparcarse solos, sino cuándo el resto de fabricantes se atreverán a ofrecer garantías similares. Porque una cosa es tener la tecnología y otra muy distinta es apostar tan fuerte por ella que estés dispuesto a pagar las consecuencias.
Y mientras Tesla sigue cobrando 8.000 dólares extra por su Full Self-Driving (que no es tan "full" como promete), BYD está ofreciendo su sistema God's Eye de forma gratuita con la mayoría de sus vehículos. A veces, la confianza se demuestra no solo con palabras, sino poniendo el dinero donde está la boca.