Hace 80 años el fabricante francés apostó fuertemente por un coche que revolucionaría el mundo del automóvil de aquella época y que, actualmente, es un icono y ejemplo a seguir por todos los fabricantes de coches. Este sería el Traction Avant, un vehículo que introdujo multitud de innovaciones a los coches de gran serie, entre ellas destacan las ruedas delanteras motrices y directrices, la carrocería autoportante monobloque sin chasis independiente, la suspensión con barras de torsión en ruedas independientes o los frenos hidráulicos, que en los años 30 aún eran tecnologías impensables por entonces.
El innovador diseño del señor Citroën favorecía el reparto de pesos al cargar la parte delantera y aligerar la trasera, mejorando la adherencia de las ruedas y, por tanto, mejorando el comportamiento final del coche. A día de hoy, el diseño que cautivó a la prensa internacional, es copiado por la gran mayoría de marcas de automóviles y su diseño e ingeniería siguen causando sorpresa y admiración.
80 años de continua innovación
Así, igual que el Citroën Traction Avant, el C4 Cactus rompe esquemas. El nuevo modelo de la casa francesa destaca por sus novedosas tecnologías: los Airbump, una innovación útil, estética y personalizable que refuerza el diseño del automóvil a la vez que protege la carrocería, un salpicadero libre de obstáculos, donde los botones han sido suprimidos y sustituidos por una pantalla táctil de 7". Como diría el anuncio en televisión del C4 Cactus: "¿Por qué el cuadro de mandos de los coches tiene que ser tan complicado?". ¿Se preguntaría André Citroën en 1934, por qué los coches debían ser tracción trasera?
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