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SALÓN DEL AUTOMÓVIL DE GINEBRA 2018

Corbellati Missile en el Salón de Ginebra

La compañía italiana presentó en la sala de exposiciones de Ginebra uno de los modelos más radicales y poderosos del momento.

Mario Tixce

11 marzo 2018 23:55

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Corbellati Missile en el Salón de Ginebra

El Salón del Automóvil de Ginebra nos sigue maravillando con modelos impresionantes que dejan boquiabiertos a cualquiera, basta solo con ver los stand de las marcas más famosas del planeta para maravillarnos de todos los adelantos a nivel tecnológico, y de las grandes sorpresas que nos deparan para el futuro próximo. Es allí donde cobra gran importancia el Salón de Ginebra, lugar por excelencia al que ninguno quiere faltar; créame cuando le digo que para nosotros es un auténtico placer tener que mostrarle todas las maravillas del sector automotriz, no solo porque nos gusta nuestro trabajo, sino porque también nos consideramos parte de los millones de fans que tiene la tecnología automotriz alrededor del mundo.

En ese orden de ideas hoy nos toca describir a uno de los considerados súper deportivos, aquellos que rompen con todas las barreras pero que su estampa luce como la de aquellos bólidos que tanto deleitaron a la década de los 60. Se trata de la marca italiana Corbellati, quienes se lucieron con el diseño y la fabricación de un coche que rompe con todos los esquemas. Este precioso modelo seguramente nos traerá a la memoria aquella serie animada de los 70 cuyo principal protagonista era un joven corredor llamado Meteoro; pero lo más impresionante no es en sí la forma o la apariencia del vehículo, sino sus poderosas prestaciones, y hasta donde es capaz de llegar.

Aspectos externos del coche

Lo primero a destacar es su color, plateado en su totalidad; pero no es un plateado cualquiera, es un color mate, que resalta mucho más su apariencia externa. En su frontal notamos una parrilla baja, acompañada a los costados por unos enormes faros con tecnología led. De la misma manera cuenta con luces diurnas muy atractivas que, además de hacerle lucir agresivo, le otorgan un toque sutil de elegancia. A los costados notamos la ausencia de los espejos retrovisores y, aunque no se han dado a conocer los detalles dentro de su habitáculo, suponemos que contará con cámara de visión trasera y cámaras a los costados del coche. El techo cuenta con un quemacoco. Es importante destacar que toda su carrocería está elaborada en fibra de carbono lo cual se traduce en menos peso para el coche.

Este vehículo es perfil bajo, cuenta con grandes llantas o rines de aleación en color negro, y dos grandes entradas de aire justo detrás de las puertas. En la parte trasera notamos sus grades luces de freno o stop redondeadas y con tecnología led, una salida doble de escapes situada justo en el centro de lo que parece un difusor. Sin embargo, no podemos obviar ni caernos a mentiras al decir que la parte trasera del coche es espectacular ya que esa especie de parrilla, que seguramente será una salida de calor del motor, es fea y no encaja para nada con las formas del coche; aun así no podemos negar que estamos ante un nuevo fenómeno de la ingeniería moderna, y los diseñadores de Corbellati sus razones tendrán para haber construido esta parte del vehículo de una manera tan radical.

Detalles a nivel mecánico

Para concluir pasamos a lo que es su parte motora, lo que precisamente convierte al Corbellati Missile en uno de los centros de atracción de la sala de exposiciones de Ginebra. El extravagante modelo italiano cuenta con un poderoso motor V8 de 9.0 litros biturbo, el cual es capaz de desarrollar unos increíbles 1.824 caballos de puro poder y unos 2.350 Nm de par motor. Esta potencia está controlada por una caja de seis velocidades y un diferencial de deslizamiento limitado. La velocidad máxima del Corbellati Missile está calculada en 500 kilómetros por hora.

Aunque la empresa fabricante no dio a conocer cuándo comenzará la producción y posterior venta de este modelo podemos presumir que se tratará de una edición especial limitada, y su precio de seguro alcanzará a unos pocos.

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