En los Estados Unidos se ha aprobado recientemente una ley a la que se pueden acoger los fabricantes pequeños para poder fabricar cortas series de modelos o réplicas de modelos de más de 25 años de antigüedad que de ninguna manera lograrían cumplir los estándares actuales de homologación. Lo que abre la puerta a no solo numerosas compañías que puedan lanzar comercialmente pequeñas tiradas de producción, sino a la posibilidad de que volvamos a ver ejemplares nuevos de modelos míticos, como es el caso del DMC-12 de DeLorean.
Gracias a esta nueva ley, DeLorean Motor Company lanzará una pequeña serie de nuevos ejemplares del exclusivo DMC-12. DeLorena Motor Company es una pequeña empresa que se dedicaba hasta ahora a restaurar y proveer de repuestos y elementos diversos de nueva fabricación a los propietarios de los DeLorean DMC-12 fabricados por la empresa de John Z. DeLorean en su factoría de Irlanda.La producción comenzará el próximo año, 2017, y durante cuatro años tienen la intención de fabricar hasta 300 nuevos ejemplares del peculiar deportivo biplaza de puertas de gaviota, por un precio aun no confirmado pero que por lo que anuncia la pequeña compañía estará por debajo de los 100.000 dólares.
Nueva mecánica
Por el momento no se conocen las especificaciones del propulsor que será instalado en el vano trasero de los nuevos DMC-12, aunque más que probablemente la firma estadounidense recurra a uno de los muchos bloques disponibles en el mercado aftermarket estadounidense o de algún gran fabricante norteamericano.
Originalmente el DeLorean contaba con un motor V6 de origen PRV, una joint-venture formada por Peugeot, Renault y Volvo. El motor estaba realizado en aluminio y su diseño estaba basado en un bloque de Volvo. Contaba con 2.8 litros de cilindrada y su potencia eran unos discretos 130 caballos y 208 Nm de par máximo.
Una cifra bastante reducida para un deportivo incluso en aquella época, pero debemos recordar que fue fabricado entre 1981 y 1982, una época en la que la crisis del petróleo de 1973 había hecho estragos en las siguientes generaciones de modelos, con una caída drástica de las potencias disponibles en el mercado.
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