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Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Descubrimos cuales son las fases por las que pasa el coche para volver a lucir como si nunca antes hubiese recibido un golpe.

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Hace unos meses, con motivo de un roce, comencé el inicio del trabajo cuyo fruto estáis comenzando a leer, todo "gracias" de un pequeño despiste, un error de calculo conduciendo que, lejos a cabrearme, vi en ello una oportunidad de mostraros el trabajo de un chapista a la hora de realizar una reparación de chapa. El proceso que aquí os muestro no es exactamente el real, ya que, debido a no disponer de los medios necesarios, algunos métodos de reparación han sido sustituidos por otros mas accesibles, pero lo que es la base es la misma para casi cualquier roce que tengamos en la carretera.

Antes de empezar, os pongo en antecedentes. Una fría noche, a las 2 de la mañana. Las ganas de llegar a casa eran evidentes, así que arranco y me dispongo a salir rápido del lugar donde había aparcado, una zona que desconocía. Al realizar un giro, calculo mal y doy un golpe al estribo con lo que fue en su día un bordillo de cantería, dañando además un poco la puerta. El daño consiste en que, además del roce, se abolla la zona, perdiendo con ello parte de la pintura.

Gracias a mis conocimientos sobre la materia, me pongo en marcha, y es ahora cuando comenzamos este pequeño tutorial, demostración, o llamemoslo como queramos, sobre la reparación del golpe.

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Lo primero, y antes de comenzar nada, es limpiar la zona y estudiar con exactitud los daños producidos, es decir, debemos desmontar, si fuese necesario, las piezas que puedan cubrir otros daños (como podría ser, en este caso, un embellecedor en el estibo). Además de desmontar, es recomendable pasar un trapo a la zona, marcando los daños con un rotulador o con una tiza. En mi caso, los daños se concentran en el estribo, zona bajo la puerta, y en la propia puerta, la cual solamente sufre un arañazo sin abolladura, pero con salto de pintura.

Una vez analizado el daño producido, es hora de estudiar como se efectuará la reparación. Antes de seguir, me gustaría mostraros las formas de reparación que podemos emplear: la primera, es a través de unas sufrideras o tases y un martillo. La sufridera o tases es una herramienta fabricada en acero macizo, a la que se le ha otorgado una forma especifica par que, con ayuda de un martillo, golpeemos la chapa devolviendo la forma original a esta, u otorgando nuevas formas.

Otro método es a través de la soldadura de elementos con los que, con ayuda de un martillo de inercia, podemos devolver a su forma la chapa. La tercera opción es a través de varillas, opción que podemos emplear cuando la pintura no se ha visto dañada, o su daño se repararía simplemente puliendo y la cuarta enmasillando, pero esta opción es solamente viable cuando el espesor que debemos aplicar no va a exceder 1 milímetro, ya que si lo supera estaríamos ante una mala reparación.

Cuidado con la electricidad

Debido a que la reparación de chapa solo se centrará en el estribo, y este carece de ningún acceso por la parte trasera con el que podemos usar un tas y martillo, usaremos un sistema de soldadura de clavos. También descartamos rápidamente la opción de las varillas, ya que debido a la dureza de la chapa del estribo y a que la pintura se encuentra bastante dañada, carecería de lógica, mientras que la reparación mediante masilla la dejamos aparcada por el momento.

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Para comenzar la reparación, lo primero de todo es desconectar el borne negativo de la batería, evitando así posibles cortocircuitos y fallos en las centralitas. Posteriormente debemos retirar toda la pintura de la zona dañada pero sin excedernos, es decir, no retirar la pintura de zonas donde la chapa no se ha visto afectada. Aquí podemos emplear tres métodos: Una radial con un disco "milhojas", lija de grano basto, como P-60 u 80 o un taladro con un disco de fibra. En esta ocasión, emplearemos esta última opción, debido a que es el mas rápido pero, a la vez, menos agresivo con la chapa. Como podemos apreciar en la imagen, solo nos limitamos a la zona del daño, de este modo, dejamos el reto de la chapa con la protección con la que salió el coche de la fabrica.

Una vez dejamos todo limpio, es hora de comenzar a soldar los clavos con los que devolveremos al estribo su forma original. En mi caso, comenzando por los nervios dañados de la pieza, y buscando siempre la parte mas profunda, aunque seguramente hay chapistas que consideran mejor emplear otra forma de comenzar. En mi caso, siempre trabajo primero los nervios porque considero que, al dar fuerza a la chapa, el resto de la abolladura casi volverá a su sitio tras trabajar sobre los nervios. Restablecido los nervios, es hora de trabajar el resto de la abolladura, recordando que, cuanto mas próximo lo dejemos a su estado real, mejor será la reparación. Nos ayudaremos de una regla para ir comparando y comprobando el estado de la reparación, y recordando siempre no dejar mas de un milímetro en ninguna de las zonas.

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Cuando consideremos que ya hemos terminado la reparación, y antes de proceder al trabajo de pintura, volveremos a utilizar el taladro con el disco de fibra para limpiar los restos de la soldadura de los clavos, asegurando de esta forma la limpieza de la reparación.

Hoy hemos podido ver el trabajo de un chapista a la hora de realizar una pequeña reparación, pero por desgracia, esta bastante lejos de terminar este proceso, ya que necesitará pasar antes por las manos de un pintor (en este caso, siguen siendo las mías). En los próximos días veremos que trabajos debe realizar el pintor antes de poder dar por concluida la reparación.

Desvelamos las fases de reparación de un pequeño golpe (I)

Este artículo es una muestra del trabajo que se realiza en un taller de carrocería, y en ningún momento es un manual al uso para poder realizar uno mismo reparaciones en un coche. Si careces de herramienta adecuada, lugar donde realizar reparaciones o los conocimientos adecuados, te recomendamos que acudas a un taller.

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