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COCHES ACUÁTICOS

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Terrestre o acuático, todo depende del gusto de quien lo conduzca, y además será subastado.

Ángel Aranguren

29 agosto 2018 22:37

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El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Desde siempre se han venido fabricando automóviles anfibios, o mejor dicho terrestres-acuáticos, o al revés, como usted se sienta más cómodo, lo cierto es que esta idea a emocionado a muchos diseñadores e ingenieros mecánicos desde hace décadas, y ejemplo de ello es el Amphicar de 1961 del cual ya hemos hablado en nuestra revista, de tal manera que se podría decir entonces que el protagonista de nuestro artículo, el Dobbertin HydroCar es como un Amphicar pero por supuesto en versión mejorada, con tecnología más avanzada y por supuesto más rápido y fuerte. Hablemos de ello.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Su creador

El responsable de que este esplendido y peculiar automóvil exista es el diseñador y constructor de autos anfibios Rick Dobbertin, y de allí parte su nombre el HydroCar de quien estamos hablando. Rick ha pasado la mayor parte de su tiempo y carrera profesional diseñando y construyendo autos de alto rendimiento ganando variados premios como por ejemplo la máquina callejera de la revista Hot Rod en 1982 más los modelos de automóviles de la calle Craft de ese mismo año e incluso en el 1983, pero eso no quedo allí sino que también ganó el premio Hot Rod de 1986 en la Hot Rod Magazine, y los shows The Hot Rod Supernationals, The Popular Hot Rodding Super Street Meet, The Craft Street Machine Nationals y el Hot Rod Super Cruise, patrocinados por la misma revista Hot Rod Magazine en 1986.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Conozcamos un poco más el Dobbertin HydroCar

Este notable vehículo aunque parezca una embarcación y que de hecho lo es, también es un auto terrestre, por lo que podemos decir con tranquilidad absoluta que es un auto anfibio, de tal manera que puedes ir de paseo por alguna carretera que lleve a un lago o al mar, para que al llegar entres al agua de una vez y sin preparativo alguno. Antes del HydroCar Rick Dobbertin junto a su equipo de trabajo duro 10 años desarrollando otro proyecto llamado Surface Orbiter gastando en el más 1 millón de dólares.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Rick estuvo conduciendo su creación 44000 kilómetros por tierra más 4830 kilómetros en el agua, visitando 28 países y 38 estados hasta que se quedó sin fondos archivando el proyecto, y pienso que fue una lástima porque después de haber probado las capacidades del Dobbertin HydroCar, con un poco más de dinero lo hubiese logrado, sin embargo, esto le dio la experiencia necesaria para posteriormente diseñar y fabricar al Dobbertin HydroCar, el cual será subastado dentro de poco, por lo que debemos estar atentos.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Composición del Dobbertin HydroCar

En la parte del cuerpo central encontramos un marco especial de aluminio de 5086 grados marino utilizado precisamente para crear los marcos dentro de los sponsons, y la carrocería está unida al bastidor de tal manera que proporciona un peso reducido y una excelente rigidez. Y no puedo ocultar que aunque no solo conquista el agua sino también la tierra este auto no parece un auto terrestre sino más bien una embarcación acuática, y esa es la triste realidad, y digo triste porque se supones que por el hecho de recorrer carretas con él, no es un auto en el cual podamos estar mucho tiempo en tierra debido a su diseño de vehículo acuático deportivo.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

Claro está y es de entenderse que la aerodinámica que tiene más que todo es para el agua alcanzando grandes velocidades. El Dobbertin HydroCar se transforma de un vehículo terrestre en una embarcación de agua en cuestión de segundos porque al entrar en el agua, sus defensas bajan casi ocho pulgadas para convertirse en esponjas de longitud completa. Ahora bien, en el exterior debo destacar la corbeta de velocidad en amarillo que indica su potente rendimiento, y por otro lado hay un bastidor de espacio y una barra antivuelco construida en acero inoxidable.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

El interior

En el habitáculo podemos encontrar un diseño que realmente tiene una mescla de embarcación, un avión y un coche, esto gracias a que encontramos un volante deportivo de tres radios común y corriente lo que nos da la sensación que es un auto, pero por otro lado tenemos un cuadro de instrumentos que tiene tantos medidores que pareciera que estamos en la cabina de un avión pero sin dejar de tener la percepción que es un embarcación acuática, es decir, el diseño interior es increíble. Con respecto a esos medidores podemos decir que son 45 interruptores de control, 16 sistemas de monitoreo LED, 25 medidores VDO y tres palancas hidráulicas, que controlan el movimiento de las puertas, los ejes y las puertas de los pozos de ruedas, sin obviar un remolque construido a medida.

El Dobbertin HydroCar, un coche anfibio

La parte motora

Rick Dobbertin es un increíble diseñador de vehículos por algo ha ganado tantos premios y reconocimientos de prestigiosas e importantes revistas en el mundo, de tal manera que para propulsar él HydroCar eligió un motor Bill Lite Racing V8 el cual entrega 762 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión manual Quadzilla 4L80-E de cuatro velocidades. En cuanto a la suspensión la coloco neumática, los frenos de disco en las cuatro ruedas, y por supuesto estos elementos mecánicos eran para ser aplicados en tierra. Ahora bien, en la parte de atrás de la transmisión coloco una caja de transferencia la es impulsada por un engranaje Atlas, el cual evita potencia hacia delante a las ruedas delanteras en modo tierra o hacia atrás cuando está en modo de agua. Toda esta potencia le daba al HydroCar la posibilidad de alcanzar unos 200 km/h como velocidad máxima en tierra, pero con una velocidad máxima en el agua de casi 100 km/h, sin embargo, a pesar que esta máquina podía alcanzar todo esto nadie tuvo la valentía de alcanzar esas magnitudes, y lo entiendo, no es fácil, no es muy seguro que digamos. Algún día podremos tener la posibilidad de tener un vehículo que conquiste no solo la tierra y el agua, sino también el aire, pudiendo viajar en el elemento natural que queramos, y créanme, de eso, estamos muy cerca.

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