No hay tiempo que perder y España sabe que es necesario dar un paso al frente para acelerar la producción de modelos eléctricos a gran escala. Esto ha terminado provocando una reacción en cadena que ha sido producida principalmente por la llegada de un tipo nuevo de mina que puede provocar que a largo plazo se genere un amplio segmento de distribución y producción de baterías eléctricas, que puede ser clave para que seamos la referencia. Eso sí, esta mina que llegará a la península ibérica todavía tiene bastante recorrido por delante y es que hasta el 2024 no comenzará a estar en pleno funcionamiento.
La nueva mina de níquel estará situada en Badajoz, especialmente en la localidad de Aguablanca, Monasterio. Esta nueva localización está centrada especialmente en las reservas de níquel, que es un elemento fundamental para la fabricación de las baterías de iones de litio. Esta mina estaba anteriormente cerrada desde hace seis años, por lo que ante el inminente crecimiento del coche eléctrico, volverá a estar en funcionamiento en los próximos meses. Eso sí, no queda duda de que todavía tienen que generar un nuevo proceso de cambio en la legislación que haga posible que estas nuevas etapas den sus frutos internacionalmente.Desde el Ministerio para la Transición Ecológica han confirmado que es el último paso para que vuelva a estar en funcionamiento. Ahora, según se ha podido saber, en los próximos meses y especialmente en la estación del otoño, comenzarán a adecuar sus instalaciones para reanudar la actividad en septiembre de 2024, aunque todo apunta que es posible que sea antes.
Más planes nacionales
Actualmente, en España siguen existiendo una amplitud y multitud de planes en marcha de reapertura de explotaciones mineras, las cuales tendrían los recursos suficientes para producir celdas de baterías. Uno de estos proyectos es el de Volkswagen que tiene previsto generar una nueva planta de producción de baterías que llegarán a suministrarse en toda Europa. Dicho esto, ahora toca dar el paso definitivo ante este nuevo reto administrativo y sostenible, que todo hace pensar que en los próximos meses permitirá que la península sea el centro de atención del viejo continente.
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