"Siento tener que anunciar que mi padre, legendario rey de los coches personalizados se ha mudado al garaje más grande en el cielo. Falleció pacíficamente mientras dormía a las 2:45 de la mañana. Estaba rodeado de su familia en el confort de su hogar. Vivió su vida de la manera que quiso hasta el final"
Ya con únicamente 7 años Barris participaba y ganaba concursos de diseños de coches de madera promovidos por tiendas de hobbies. Con su primer coche, un Buick que consiguió trabajando en el restaurante familiar comenzó a customizar coches, modificándolo y restaurándolo a su gusto, como dicta el sueño americano de empezar desde la base.
Su negoció creció en los 50 con la ayuda de su hermano Sam Barris, en la cual sus diseños eclipsaban los trabajos de diseñadores profesionales en los eventos y convenciones a los cuales acudían. A finales de década dicha fama le hizo ganar presencia y el interés le ayudó a ser contactado y posteriormente contratado para trabajar en modificaciones para automóviles de series de televisión y películas.
La época de fama
Su fama tuvo su ápice en los años 60, con la creación del Batmóvil que aparecía en la serie de televisión en 1966 o el Munster Koach y Drag-U-La de La Familia Monster, serie vigente desde el 1964 a 1966. Tuvo en propiedad el batmóvil hasta poco antes de su muerte, ya que se subastó en 2013, cuando lo vendió por la espectacular cifra de más de 4 millones y medio de dólares, concretamente 4.620.000 $, lo cual equivale a 4.247.495 euros actualmente.
Parte de su negocio se centró en modificar vehículos a famosos como Elvis Presley, Elton John o John Wayne, a los que dedicó un Cadillac limusina, un carrito de golf y unos Pontiac ranchera respectivamente. Desde Motor & Racing queremos ofrecer nuestro más sentido pésame a la familia y desearle un plácido descanso al genio George Barris.
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