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CIERRE A LA VISTA

General Motors deja malherida a Holden

La marca australiana afronta la segunda década del siglo en peligro de extinción

General Motors deja malherida a Holden

General Motors deja malherida a Holden

Un icono del mundo de la automoción está a un paso de desaparecer. Se sabe que General Motors es una gran potencia, pero que sus intereses permanecen en gran parte dentro de territorio americano. De ello la creación en su momento de Holden, ya que la exportación a Australia era realmente cara.

El sello Holden es conocido a nivel mundial. Es parte de la cultura australiana, pero al león se le empieza a caer la melena. Pese a seguir siendo el coche más vendido del continente oceánico, las ventas se han visto reducidas drásticamente. El agujero económico se nota, y desde General Motors quieren cerrar la producción en Australia.

No es novedad esta decisión, pues la Ford Motor Company ya cerró el grifo y el Ford Falcon desaparecerá en 2015. Eso deja abierta la posibilidad de la llegada del Mustang, pero se desconoce aún el heredero del Falcon en Australia.

Por su parte, Holden podría verse sustituido por Chevrolet, y verse implantado el gemelo del sedán Commodore VF. Dicho gemelo es el Chevrolet SS, sucesor del Chevrolet Impala.

Presión nacional

El gobierno australiano ha entablado negociaciones con General Motors, y de momento sólo surgen rumores alrededor del futuro de la marca. Se comenta que sería inyectado capital público para salvar el déficit. Pero el mayor problema que se plantea no es el mercado propio, si no el extrangero. Ahí es donde está situado el corte por el que sangra Holden.

Su política de expansión a nivel internacional se ha visto marcada por la exportación a países como Tailandia o Corea del Sur, a lo que se le suma el alto coste laboral en el país oceánico. La inversión no les ha dado los frutos y muchos de los dirigentes de los diferentes estados australianos dónde se encuentran fábricas de Holden están en ascuas por saber el futuro de la marca.

En caso de cerrar la producción de Holden en Australia, más de 50.000 empleados se verían lanzados a las colas del paro y la credibilidad del gobierno caería en picado. Holden es símbolo de muchos, y su posible cierre es el símbolo de la decadente industria del automóvil, no solo a nivel nacional si no internacional.

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