Dos décadas después de haber desaparecido del mercado y de los tramos de los rallyes del Mundial, el Lancia Delta Integrale continúa siendo una de las máquinas míticas y más apreciadas de los modelos de su época. Siendo el modelo más victorioso, que marcó una época, y con unas versiones de calle que eran simple y llanamente irrepetibles, las sucesivas versiones del Delta Integrale eran muy apreciadas entonces y veneradas hoy día. Sobre todo las ediciones especiales como está, que será subastada por RM Sotheby's el próximo mes de febrero.
Correspondiente a una de las últimas ediciones del Delta Integrale, lanzada sobre la última generación del modelo, antes de que fuera sustituido por el nuevo modelo que perdió todo el espíritu del Delta original, este ejemplar se corresponde a una de las únicas 310 unidades que se fabricaron del Delta Integrale Evolution Martini 6.Este ejemplar se conserva de manera intacta, como si no hubieran pasado más de dos décadas desde que saliera del concesionario y cuenta con un elevado grado de originalidad y gran conservación en todos sus elementos, tanto en el exterior de su cuerpo como en el interior del habitáculo. Como nuevo, no en vano tan solo ha recorrido en estas dos décadas poco menos de 29.000 kilómetros.
Edición limitada Martini
Esta edición especial del Delta Integrale nació como conmemoración a la victoria en el Campeonato del Mundo de Constructores, la sexta consecutiva, en la temporada 1992. Temporada en la que el título en el Mundial de pilotos se les escapó a los pilotos de Lancia a manos de Carlos Sainz, que se hizo con su segundo entorchado en su Toyota Celica. A la temporada siguiente, Lancia dejó de participar en el Campeonato del Mundo de rallyes de manera oficial, año en el que tristemente Carlos Sainz fichaba precisamente por el equipo Lancia. Lo que llevó a una pobre evolución del Lancia pilotado por el español y a un mal resultado final en esa temporada.
Decorado con la célebre librea deportiva de Martini, la empleada por la marca durante su participación en las temporadas anteriores del Campeonato, esta edición especial conmemoraba por tanto la última victoria de la marca en competición, lo que lo hace aun más especial si cabe. Mecánicamente era idéntico al Delta Evo, con el motor de 2.0 litros 16 válvulas turbo de 210 caballos, asociado a una transmisión manual de cinco velocidades y tracción integral permanente.
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