El menor impacto ambiental de los coches eléctricos va unido además a la disminución de ingresos en el estado debido al reducido nivel impositivo de la electricidad.
Es por ello que en algunos lugares se están comenzando a pensar posibles nuevos impuestos sobre éstos vehículos para contrarrestar la caída del ingreso del petróleo, que aunque hoy es mínima, se estima que sea bastante notable a partir de 2014.Es el caso de Oregón, en EEUU, donde están diseñando un sistema por el cual los usuarios de automóviles eléctricos deberán pagar una tasa por kilómetro recorrido. Los primeros datos indicativos, se estiman en 0.098 por milla recorrida.
Para el control del kilometraje de cada conductor, la idea es un sistema GPS. Éste sistema puede recordar al que implantó el Gobierno neerlandés en 2009, y que entraría en vigor en 2012, en donde se impondría un impuesto "ecológico" de circulación por kilómetro recorrido, en donde cada vehículo llevaría implantado un dispositivo GPS, que recogería los datos para luego enviarlos a una determinada agencia que posteriormente realizaría la tarifa correspondiente.
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