Este modelo, al igual que el resto de sus coetáneos, significaron por tanto el cenit de los muscle-cars, que inmediatamente recibieron versiones tremendamente descafeinadas en sus siguientes reemplazos a partir de los Model Year 1975.
La versión Super Duty era la opción mecánica más radical y de mayor cubicaje del Firebird Trans Am, dotada de un motor de 7.5 litros con mejoras en ciguëñal y distribución, lo que le permitía una potencia de unos 310 CV a 4.000 rpm y con un salvaje par de 529 Nm desde las 3.600 rpm.
El peso de esta versión se acercaba peligrosamente a los 1.700 kilos, lo que no debería extrañar dado el enorme tamaño de su motor Big Block, que casi cuatriplica el de un 2.0 litros.
Rareza
La mayoría de estos modelos eran entregados con alguna de las opciones de transmisiones automáticas disponibles en toda la gama de General Motors, siendo muy escasos los clientes que se decidían por una caja manual convencional, más del gusto europeo. Por lo que encontrarlos con esta configuración no es muy habitual a día de hoy.
En total fueron construidos 943 Firebird Trans Am Super Duty en 1974, de los cuales tan solo 212 salieron de fábrica con estas especificaciones. La crisis del petroleo añadido a la poca demanda que debería haber tenido en su día las transmisiones manuales entre el mercado de segunda mano, sin duda han contribuido para que sean contadas las unidades que han sobrevivido hasta nuestros días.
Este ejemplar ha sufrido recientemente una severa restauración, por lo que muestra un acabado inmejorable, en la que fueron empleados tan solo elementos y piezas originales, incluida la propia pintura. Además de mostrar el interior original, aun en perfecto estado. De hecho, tan solo dispone de unas 9.500 millas de uso, menos de 16.300 kilómetros.
El ejemplar saldrá a subasta sin reserva a finales de septiembre, en un evento de Barrett-Jackson en la ciudad de Las Vegas.
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