En esta ocasión se trata de un Porsche 911 Turbo 3.0 litros de la Serie 930, el primer modelo en emplear esa denominación, que aun perduran en la gama del fabricante alemán hasta nuestros días. De hecho, es uno de los primeros ejemplares producidos del motor de 3.0 litros turbo sin incorporar aun intercooler.
El modelo no solo dispone de un historial de propiedad bastante curioso, además el actor realizó una serie de modificaciones de personalización, como doble espejo retrovisor, llantas Fuchs de mayor tamaño, asientos deportivos y lo más llamativo, un interruptor en el tablero que apagaba las luces traseras, para cuando la policía lo perseguía de noche por la carretera de Mulholland Drive, una de las zonas más exclusivas de Los Angeles.
Comprado en 1976, formó parte de su colección particular hasta que fue vendido en 1978. Mecum Auctions lo pondrá a subasta en los eventos de Monterey, en la costa de California, a finales de este mes de junio y su procedencia hará que pase muy por encima de la cotización actual de estos modelos, generalmente por debajo de los 100.000 dólares, pudiendo sobrepasar el millón de dólares.
Éxito seguro
Generalmente los modelos pertenecientes a McQueen, tanto de dos como de cuatro ruedas, suelen generar mucha expectación y altas pujas, no en vano la motocicleta que ostenta el récord más alto en una subasta es una Cyclone de 1915, perteneciente también al actor.
El Porsche 911 Turbo luce un magnífico estado de forma, a pesar de haber recorrido ya mas de 150.000 kilómetros, disponiendo del color gris pizarra original, así como de todos sus elementos y accesorios originales, incluido el curioso interruptor que desconecta las luces traseras.
Fuente: Mecum
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