Otro trimestre para olvidar: las cifras que duelen
Si pensabas que Tesla ya había tocado fondo, te equivocabas. El segundo trimestre de 2025 ha confirmado lo que muchos ya sospechaban: la caída no es algo puntual. Con 384.122 vehículos entregados, la compañía ha registrado un descenso del 13,5% respecto al año anterior, cuando logró colocar 443.956 unidades.
Lo curioso es que Tesla sigue produciendo casi al mismo ritmo de siempre —410.244 vehículos fabricados— pero parece que la gente ya no hace cola para comprar sus coches como antes. Esa brecha de más de 25.000 unidades entre lo que fabrican y lo que venden dice mucho: hay Tesla aparcados esperando dueño.
En Estados Unidos, donde Tesla sigue siendo el rey indiscutible del mercado eléctrico con unas 151.000 entregas (aunque un 9% menos que el año pasado), la cosa todavía funciona. Pero cruza el charco y la historia cambia: en Europa las ventas se desploman un 28% en mayo, manteniendo una caída anual que ya roza el 45%. En China, al menos, las aguas están más calmadas gracias al renovado Model Y.
Cuando las malas noticias son "buenas" noticias
Aquí viene lo irónico del asunto: a pesar de los números rojos, las acciones de Tesla subieron entre un 4% y 6% tras conocerse los resultados. ¿La razón? Las expectativas estaban tan por los suelos que decepcionar un poco menos de lo esperado se ha convertido en una victoria.
Los analistas de Wedbush y Morningstar, siempre optimistas, recordaron que esto "estaba previsto" y que podría ser el punto más bajo antes de la recuperación. Otros, más realistas, señalan que la competencia se está comiendo el pastel de Tesla: BYD, GM, BMW y Volkswagen ya no miran desde la barrera.
El robotaxi: entre la promesa y la realidad
Mientras Tesla lucha por vender coches "normales", Elon Musk sigue vendiendo sueños. El robotaxi, esa promesa que lleva años circulando, finalmente arrancó un piloto en Austin a finales de junio. Pero cuidado: hablar de "piloto" es ser muy generoso. Unas pocas unidades haciendo recorridos limitados no es exactamente la revolución que nos habían prometido.
Musk había prometido autonomía total para el 30 de junio, y... bueno, aquí seguimos esperando. Las primeras pruebas han sido modestas, por no decir decepcionantes. Ahora todas las esperanzas están puestas en la versión "V14" del Full Self-Driving, que según Tesla incluye "un salto tecnológico importante". Ya veremos.
La guerra Musk-Trump: round 47
Como si Tesla no tuviera suficientes problemas, Elon Musk ha decidido reabrir hostilidades con Donald Trump. Todo empezó cuando el CEO criticó duramente el "One Big Beautiful Bill" del presidente, calificándolo de peligroso para la innovación y los incentivos a los vehículos eléctricos.

Trump, que no es precisamente conocido por su paciencia, respondió como era de esperar: amenazando con eliminar subsidios federales a Tesla y SpaceX, revisar contratos gubernamentales y, en un momento de particular creatividad política, hasta planteó la posibilidad de "deportar" a Musk por su origen sudafricano.
El resultado fue inmediato: las acciones se desplomaron cerca del 7% en una sola sesión. Y no es para menos: según un estudio de UBS, la hostilidad política ha reducido un 11% la intención de compra de Tesla entre votantes republicanos. Vamos, que la política y los negocios siguen siendo una mezcla explosiva.
El efecto dominó del enfrentamiento
Lo que empezó como un desacuerdo sobre política fiscal se ha convertido en un enfrentamiento público que está afectando a la percepción de marca de Tesla. Trump llegó a llamar a Musk "alguien que ha perdido la cabeza" y amenazó con deshacerse del Tesla Model S rojo que había comprado en marzo como gesto de apoyo.
Mientras tanto, Musk contraatacó sugiriendo que Trump habría perdido las elecciones sin su ayuda y hasta respaldando llamadas a la destitución del presidente. Vamos, un culebrón en toda regla que está dañando la reputación de Tesla entre consumidores que ya estaban dudando.
La competencia no perdona
Mientras Tesla lidia con sus dramas internos, la competencia no se detiene. Aquí tienes un vistazo a cómo les está yendo a otros fabricantes:
Marca | Volumen Q2 2025 | Variación | Situación |
---|---|---|---|
Tesla | 384.122 | -13,5% | Líder en declive |
GM (EE.UU.) | ~46.000 | +111% | Crecimiento explosivo |
BMW (EE.UU.) | ~11.094 | -21,2% | También sufre |
BYD (Europa) | Crecimiento alto | +169% | El que más crece |
Como puedes ver, mientras Tesla baja, General Motors está disparado y BYD se está comiendo Europa a bocados. La ventaja tecnológica de Tesla sigue ahí, pero la competencia ya no le tiene miedo.
¿Puede Tesla salir del bache?
No todo está perdido, aunque tampoco para echar cohetes. Tesla todavía tiene algunas cartas bajo la manga:
Lo bueno: Sigue siendo el líder mundial en volumen, especialmente en Estados Unidos. Los anuncios sobre futuros productos (Model 2, mejoras en FSD) generan cierto optimismo. Y analistas "bulls" como Cathie Wood creen que el conflicto con Trump es temporal.
Lo malo: La demanda sigue floja en mercados clave por el envejecimiento de la oferta y la competencia agresiva. La incertidumbre regulatoria en Estados Unidos sobre incentivos EV no ayuda. Y el riesgo reputacional por la polarización política del CEO es cada vez más evidente.
El Cybertruck: el elefante en la habitación
Hablemos del Cybertruck, ese vehículo angular que iba a revolucionar el mundo. En el segundo trimestre se entregaron 10.394 unidades de "otros modelos" (que incluye el Cybertruck), pero el pickup ha sido llamado a revisión ocho veces desde noviembre de 2023 por problemas de hardware y software. Vamos, que revolucionario puede ser, pero fiable... eso ya es otro tema.
El camino hacia adelante
Para salir de esta situación, Tesla necesita actuar en varios frentes:
Primero: Renovar urgentemente su gama. El Model 2 prometido y las mejoras reales en FSD y robotaxi son cruciales para mantener el interés.
Segundo: Musk debería considerar apaciguar las tensiones políticas. Tener al presidente estadounidense como enemigo público no es la mejor estrategia de marketing.
Tercero: Reforzar la presencia en mercados como España, Alemania y China, donde la competencia está ganando terreno rápidamente.
Cuarto: Mantener la ventaja tecnológica, especialmente en autonomía y red de carga, que sigue siendo su gran diferenciador.
Conclusión: Tesla en la encrucijada
El segundo trimestre de 2025 ha sido duro para Tesla: caídas en ventas, guerra pública con Trump y un robotaxi que sigue siendo más promesa que realidad. Pero la compañía todavía tiene margen de maniobra con su liderazgo tecnológico y de mercado.
El reto ahora es equilibrar la ambición tecnológica con una narrativa menos polarizada y más centrada en lo que realmente importa: hacer coches que la gente quiera comprar. Porque al final del día, por muy futurista que sea tu visión, si no vendes coches, el resto es solo humo.
Tesla tiene los recursos, la tecnología y el talento para salir de este bache. La pregunta es si Elon Musk estará dispuesto a bajar el volumen del drama y subir el de la ejecución. El tiempo dirá si 2025 será el año de la recuperación o el de la confirmación de que incluso los gigantes pueden tropezar.