Tras seis carreras fueras de Alemania (Holanda, Inglaterra e Italia), el DTM regresará a Alemania este fin de semana, y nada mejor para volver, que al mítico circuito de Nürburgring . Para el piloto de Audi, Mike Rockenfeller, originario del pequeño pueblo de Neuwied, situado a 50 kilómetros de Nürburgring, es una de las carreras más especiales del calendario. "Rocky" , como es comúnmente conocido el piloto de Audi, ha competido en el campeonato alemán de turismos desde 2007. "Doce años son mucho tiempo", comenta el piloto alemán. "Durante estos años se han vivido muchas carreras geniales y espero que hayan muchas más. El DTM es extremadamente difícil y eso lo hace muy divertido. Ya estoy ansioso por correr con los nuevos y aún más potentes motores turbo de cuatro cilindros que se utilizará a partir de 2019." Mike Rockenfeller sin embargo no ha logrado subirse a lo más alto del podio hasta el momento, y su mejor resultado es una segunda posición que logró en 2014.
El DTM compite en la versión corta del circuito de 3.629 kilómetros, donde se alcanzan velocidades de hasta 255 km/h en la recta de meta y se reduce en apenas unos metros hasta los 70 km/h. "En realidad, me encantaría conducir en la pista completa en la cuál se incluye el Nordschleife", confiesa Mike Rockenfeller. "Pero la configuración corta también es muy divertida y técnicamente muy desafiante. Hay dos largas rectas en las que tienes buenas oportunidades de adelantamiento gracias al DRS", comenta Mike Rockenfeller.
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