Tesla ha movido ficha y no precisamente con sutileza. La marca californiana acaba de presentar en Estados Unidos las versiones Standard del Model 3 y el Model Y, que se posicionan como las opciones más económicas de su catálogo. Sobre el papel, todo suena bien: 36.990 dólares para el Model 3 Standard y 39.990 dólares para el Model Y Standard (unos 31.800 € y 34.400 € al cambio). Eso supone una rebaja nominal de unos 5.000 dólares respecto a las versiones Premium que sustituyen. Pero ojo, porque aquí viene el truco.
El timing no puede ser peor (o más calculado)
Resulta que este lanzamiento llega justo después de que expire en Estados Unidos el crédito fiscal de 7.500 dólares para coches eléctricos. Así que, aunque Tesla presuma de rebajar precios, lo cierto es que estos modelos "baratos" salen ahora más caros que hace una semana. Según los cálculos de la prensa especializada, el Model Y Standard acaba costando unos 2.500 dólares más que el Model Y Premium anterior, y el Model 3 Standard se va a unos 2.000 dólares adicionales. Vamos, que Tesla anuncia un descuento de 5.000 pavos, pero al perder la ayuda federal, el comprador paga más por un coche con menos prestaciones. Muy Tesla, como dirían algunos.

No es de extrañar que analistas financieros como Dan Ives de Wedbush se mostraran decepcionados, calificando el movimiento de simple "palanca de precios" que difícilmente ampliará la demanda. De hecho, las acciones de Tesla cayeron un 4% tras el anuncio. Ay.
Menos potencia, menos autonomía
A nivel mecánico, ambos modelos Standard mantienen la misma plataforma pero con un solo motor eléctrico trasero (tracción RWD) en lugar de los dos motores (AWD) de las versiones superiores. Además, montan una batería más pequeña de aproximadamente 69 kWh, lo que reduce su autonomía a alrededor de 321 millas (unos 516-517 km).
Modelo | 0-100 km/h | Autonomía | Pérdida vs Premium |
---|---|---|---|
Model 3 Standard | ~5,8 segundos | ~516 km | -68 km |
Model Y Standard | ~6,8 segundos | ~517 km | -58 km |
Las prestaciones también se resienten. El Model 3 Standard necesita 5,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h (frente a los 4,9 s del Premium RWD), mientras que el Model Y Standard se va a los 6,8 segundos, aproximadamente 1,4 segundos más lento. Ambos mantienen una velocidad máxima limitada a 201 km/h.
La tijera ha sido generosa (demasiado)
Pero donde de verdad se nota que Tesla ha aplicado el modo austeridad es en el equipamiento y acabados. Prepárate, porque la lista de recortes es larga:
Adiós al Autopilot de serie
Ninguno de los nuevos Standard trae el sistema Autopilot/Autosteer de serie, ese asistente de conducción con centrado de carril que siempre había sido un básico de Tesla. Solo incluyen control de crucero adaptativo básico. Si quieres funciones de conducción semiautónoma tendrás que soltar unos 8.000 dólares adicionales (cerca de 6.900 €). Un cambio radical que no ha sentado nada bien.
Batería y carga
La batería reducida no solo implica menor autonomía, sino también una ligera reducción en la velocidad de carga rápida: el pico de Supercarga baja de 250 kW a 225 kW. Aun así, siguen permitiendo carga rápida en la red de Superchargers sin restricciones.
El curioso caso del techo tapizado
En el Model Y Standard, el techo de cristal panorámico sigue físicamente presente, pero Tesla lo ha cubierto por dentro con un tapizado textil. Resultado: desde el habitáculo no ves el cielo. Supuestamente es para mejorar la eficiencia térmica, pero la solución ha desconcertado hasta a los fans más acérrimos de la marca. Es como comprar un coche con techo panorámico y taparlo con una manta.
Asientos y climatización a lo básico
Los lujosos asientos de "cuero vegano" dan paso a una tapicería textil más simple. Los asientos delanteros siguen siendo calefactados pero los traseros pierden la calefacción por completo. Además, ya no pueden abatirse eléctricamente desde el maletero, toca plegarlos a mano. Los ajustes de posición de los asientos delanteros también se han simplificado, pasando a controlarse desde la pantalla táctil en lugar de con botones físicos. Incluso el volante pierde el ajuste eléctrico y ahora se regula manualmente.
Sin pantalla trasera ni radio FM/AM
Se elimina la pantalla trasera de 8 pulgadas para pasajeros, así que los ocupantes de atrás tendrán que conformarse con salidas de aire de ajuste manual. El equipo de sonido se recorta a una configuración básica de 7 altavoces sin subwoofer (adiós a los 15 altavoces Premium).

Y aquí viene lo mejor: desaparecen la radio FM y AM. Sí, has leído bien. Estos Tesla no llevan sintonizador de radio tradicional. Si circulas por una zona sin cobertura de internet para radio en streaming, te quedarás sin música. Como apuntó con ironía algún medio, podrás "contemplar en silencio tu decisión de compra".
Retrovisores manuales y otros detalles
Los espejos laterales mantienen el ajuste de orientación eléctrico, pero pierden el plegado automático: toca cerrarlos a mano empujándolos. También carecen de función autoelectrocrómica anti-deslumbramiento nocturno. Los amortiguadores pasan de adaptativos a convencionales, lo que podría empeorar el confort en firmes irregulares. Desaparece la iluminación ambiental LED interior, y el maletero delantero (frunk) ya no está sellado ni revestido con goma impermeable.
Incluso la paleta de colores se reduce a solo tres opciones: gris básico, blanco (+1.000 $) y negro (+1.500 $). El interior solo puede elegirse en negro. Adiós a la opción de tapizado blanco o colores exteriores como rojo o azul.
¿Compensa el ahorro?
Tesla presume de haber democratizado sus coches con estas versiones Standard. La rebaja nominal ronda el 13% en el precio base, lo que podría atraer a nuevos compradores. Además, la compañía enfatiza que lo esencial se mantiene: ambos modelos conservan el ecosistema digital completo (pantalla central de 15 pulgadas con Tesla Theater, Tesla Arcade, navegación con planificación de rutas, actualizaciones OTA, etc.). También incluyen todas las funciones de seguridad activa, bomba de calor para climatización eficiente e incluso el cargador móvil ahora viene de serie.
Pero la pregunta del millón es: ¿compensa tanto recorte por tan poco descuento? La recepción inicial ha sido tibia. Recordemos que Musk llegó a prometer un Tesla de 25.000 dólares que nunca llegó. Este lanzamiento se percibe más como un apaño temporal para impulsar ventas a corto plazo que como un verdadero coche "para las masas".
La competencia tampoco se detiene. Fabricantes como BYD, Hyundai, Kia o Volkswagen siguen lanzando eléctricos más económicos, y en el horizonte asoman modelos compactos por menos de 30.000 €. En ese contexto, un Tesla que sigue costando alrededor de 35.000 € (y encima con menos contenido) podría no tenerlo fácil.
¿Y en Europa?
Por ahora, estas versiones Standard solo están disponibles en Estados Unidos. En Europa (incluida España) no hay rastro de ellas: los configuradores siguen mostrando los Model 3 y Y convencionales, con precios base de 39.990 € y 44.990 € respectivamente.
Si Tesla decide traerlas al mercado europeo, tendría que adaptarlas a normativas locales. Por ejemplo, reincorporando la radio FM/AM, que en la UE es un requisito obligatorio en coches nuevos. También es posible que ajustes como el techo tapizado del Model Y no tengan sentido fuera de Norteamérica.
Las primeras entregas en Estados Unidos están previstas entre finales de 2025 y enero de 2026. Queda por ver si esta estrategia de "menos por menos" logra reactivar la demanda. Tesla busca ganar tiempo con estos modelos asequibles mientras desarrolla su próxima generación, pero muchos observadores dudan de que un recorte de ~5.000 $ a cambio de tanta tijera vaya a convencer a suficientes compradores.
¿Funcionará el plan de Elon Musk para "reventar el mercado" una vez más? Solo el tiempo (y las cifras de ventas) lo dirán. Por lo pronto, ha abierto un debate interesante sobre cuánto están dispuestos a sacrificar los conductores a cambio de un coche eléctrico más barato.