Los últimos meses de Montoya en la máxima categoría de los stock-cars en Estados Unidos no han sido de su agrado al 100%. La motivación se centraba en ver cuando podría coger los mandos de su nuevo rol como piloto de Penske, así que los resultados no fueron brillantes. Por fin, este lunes, Montoya pudo subirse al DW12 en Sebring.
En búsqueda de la adaptación
Juan Pablo Montoya se ha caracterizado por dejarse el alma en la pista, o al menos siempre que tenía posibilidades serias. En F1 tuvo más de una riña con sus respectivos equipos cuando las cosas iban mal, pero tras el test de esta semana, sabe perfectamente su función en el equipo.
"Tengo que llegar a un punto en el que sea capaz de entender y buscar el límite del coche"- comenta el colombiano-. "Ser rápido no me preocupo, pero me costará ser el más rápido. Entender el coche es algo que debo hacer junto a todo el equipo que le rodea, y ser inteligente a la hora de aplicar ese conocimiento."
El día, pese a las ganas, no le acompañó. Frío y ventoso es como se encontró el ambiente en el trazado de la península de Florida. No es lo mismo que con el NASCAR, y eso lo nota. Varios errores, y todo "por que pasa muy rápido". En comparación con el Gen6, un monoplaza tiene mucho más agarre y más aceleración. No se trata de mantener la inercia y aprovecharte de ella. Se trata de ir con el pie a fondo lo máximo permitido.
Will Power, subcampeón en 2011 y 2012 de la IndyCar, presiente un rival difícil dentro del equipo, pero a la vez motivador. "Sé que será muy rápido. A parte, ha sido un piloto estrella en la F1, y me permite cumplir un objetivo: compararme con su nivel. Es bueno para mí, y motiva mucho."
Hasta Marzo en St. Petersburgo queda mucho tiempo. Lo que necesita Juan Pablo de hecho. ¿Le veremos ganando? Quien sabe, quizá le veamos volver al podio, como en sus orígenes.
Artículos recomendados