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GRAN PREMIO DE LAS AMERICAS 2017

Austin, tierra de oportunidades

El espectacular circuito de Las Americas acoge este fin de semana la tercera cita del Mundial. Viñales, Morbidelli y Mir intentarán prolongar su estado de dulce; sus rivales, bajarles de la nube.

Lluis Pacheco

19 abril 2017 17:52

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Austin, tierra de oportunidades

Dicen que Estados Unidos es la tierra de las oportunidades. El sueño americano, ese que dirige el arraigado patriotismo norteamericano hacia el éxito de forma incansable y permanente, es el escenario de la tercera carrera del Mundial. Austin, un circuito exigente, el más largo del Mundial, lleno de trampas a lo largo de sus 20 curvas, será la sede de la primera carrera clave para el certamen, la carrera de las oportunidades. Las oportunidades de Maverick Viñales, Franco Morbidelli y de Joan Mir de pasar de revelaciones a realidades, las de Márquez, Rossi y compañía por poner en apuros a un sólido Maverick, la de Álex Márquez de quitarse el mal sabor de boca que le dejó la caída en Argentina y la de los jóvenes de Moto3 por devolver a la realidad a un Joan Mir en estado de gracia.

La breve historia del Circuit of The Americas (COTA) demuestra que es una pista donde ir al límite es la clave para llegar al éxito. Y si alguien sabe pilotar sobre el alambre en MotoGP, ese es Marc Márquez, el "sheriff" de Texas. Nadie que no sea él ha logrado una pole ni una victoria en este circuito desde que entrara en el Mundial en 2013. Muchos han intentado ponerle en apuros, pero nadie le ha batido. Las características del circuito tejano, con fuertes frenadas y aceleraciones constantes y curvas enlazadas en el primer sector se han adaptado como anillo al dedo al estilo de pilotaje del ilerdense.

Viñales, el vaquero que amenaza al 'Sheriff'

En 2017, todo está siendo distinto en MotoGP. La llegada de Maverick Viñales a Yamaha ha revolucionado la parrilla, como ya sucediera en 2013 con la llegada de Márquez a la categoría reina. El de Roses, hasta el momento, no ha tenido rival, y por ello es, con 50 puntos, el líder indiscutible del Mundial. Detrás suyo, Valentino Rossi, a catorce puntos, intenta resistir el envite de su compañero, aunque sigue estando lejos de Maverick en cuanto a sensaciones. La temporada pasada, el nueve veces campeón se fue al suelo en Austin, pero si algo ha demostrado el italiano a lo largo de los años es que no suele tropezar dos veces con la misma piedra.

Los focos se centrarán este fin de semana en un piloto, Marc Márquez. Corre en su circuito fetiche, donde nadie le ha podido ganar nunca. Esta vez, pero, sabe que en Maverick tendrá a un rival que puede batirle perfectamente. Además, el del Repsol Honda llega a Austin con toda la presión posible. Su caída en Termas de Río Hondo cuando lideraba unida a la victoria de su máximo rival le dejaron a 37 puntos de Maverick Viñales. Eso supone que el margen de error se reduce, y de qué manera, para el ilerdense. La pelea está servida entre el sheriff que aspira a mantener su rancho y el vaquero que aspira a arrebatárselo y, de esta manera, afianzar su dominio.

Austin, tierra de oportunidades

Entre los pilotos obligados a resarcirse se encuentran Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. Ambos tuvieron sendas caídas en Argentina. Pedrosa se fue al suelo cuando parecía haber encontrado el ritmo, aunque la Honda, inestable como pocas, terminó por mandarlo al suelo. Lorenzo no pasó de la primera curva. Un exceso de optimismo del balear le costó muy caro y le impidió siquiera completar la primera vuelta. Tanto el de Honda, que se cayó en Austin en 2016 cuando luchaba por el podio, como el de Ducati tienen ante sí la oportunidad de resurgir, de demostrar que aún no han dicho su última palabra a pesar del difícil inicio de temporada que han tenido y que serán jueces y parte en la lucha por el podio y quien sabe si de la victoria este fin de semana.

Buscando una reacción necesaria

Desde 2010, Moto2 se había caracterizado por un nivel de igualdad y de competitividad jamás vista en el Mundial. En algunas citas, como fue el Gran Premio de Francia de aquella temporada, hasta 27 pilotos estaban clasificados en menos de un segundo de diferencia. Hoy, la igualdad sigue presente, pero no se puede decir lo mismo de la competitividad. Tras el ascenso a la categoría reina de los cuatro grandes, Morbidelli se ha quedado solo en el liderato del Mundial, y así lo demuestran las dos victorias logradas en las dos primeras carreras.

Detrás suyo, Álex Márquez, como su hermano, tiene ante sí la primera bola de partido de la temporada, prematura pero real. Su error en la última vuelta de la carrera de Argentina cuando tenía, como mínimo, la segunda posición asegurada, le costó muy caro. 39 puntos le separan de su compañero de garaje, una diferencia que, vista la solidez de su rival, se antoja difícil de remontar a menos que el de Cervera empiece a restar puntos desde ya.

Austin, tierra de oportunidades

El pequeño de los Márquez tendrá como aliados a un Oliveira que llega de dulce tras lograr su primer podio en la categoría intermedia, a un Thomas Luthi irregular pero fiable en las primeras posiciones y a un Nakagami que quiere volver a las primeras posiciones tras el fiasco de la carrera argentina, donde se fue al suelo. Todos ellos tienen ante sí la oportunidad de tumbar el reinado de Morbidelli.

Nuevo capítulo en el sueño de Joan Mir

En Moto3, la trayectoria histórica es opuesta a la de Moto2, pero la situación actual es idéntica. La igualdad tradicional de la categoría pequeña se ha visto camuflada por un hombre que está en estado de gracia. Joan Mir, en su paso de KTM a Honda, está demostrando un nivel de dominio que roza la perfección. En Argentina, a pesar de salir décimo sexto, logró una brillante victoria. Su situación empieza a recordar a la de Danny Kent en 2015. Ambos pilotaron en el Leopard, aunque claro está que esto no ha hecho más que empezar y que el Mundial es muy largo. Austin, un circuito radicalmente distinto a lo visto hasta ahora en 2017, pondrá a prueba la fuerza de Mir y de su Honda.

El resto de rivales querrán poner fin a esta situación y consolidar la igualdad que siempre ha tenido la categoría pequeña. Pilotos como Fenati, Canet o Bulega, entre otros, estarán obligados a dar un paso al frente en la tierra de las oportunidades si no quieren ver como el tren del Mundial se les empieza a escapar.

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