Las cosas de hecho han comenzado de manera muy tranquila para Ben Spies y el Pramac Racing. Saliendo de una lesión, siendo la primera vez que se montaba en una moto de competición en meses y siendo además una montura inédita, que no desconocida ya que se había subido a la Ducati en alguna que otra ocasión, la lógica imperaba para tratar las cosas con calma. Prueba de ello, es que el piloto del Pramac Racing terminó a cuatro segundos de la cabeza en la primera jornada y esa distancia fue reduciéndose hasta ser 2.5 segundos en el último día de pruebas en Sepang.
A pesar de su habitual vitalidad y buen optimismo, Spies no deja de analizar la situación con perspectiva: "Me desperté por la mañana y estaba agotado por los días de test. Mi recuperación comenzó hace dos o tres semanas y no solo mi hombro, también mi estado físico general no está en el lugar adecuado. Intente no exceder el límite o intentar algo estúpido y por lo tanto físicamente todavía puedo estar más arriba", algo que sin embargo no impidió al norteamericano estar a un segundo de la mejor de las Ducati, la de su compatriota Nicky Hayden.
Palabras de ánimo
"La moto no es completamente diferente a la Yamaha, pero me sorprende algunas cosas que ya se han dicho en la prensa. Ni la moto ha estado al límite en mi caso ni yo mismo tampoco, por lo que hay mucho margen de mejora según ganemos vueltas y nos acostumbremos al equipo" afirma un Spies que ha recorrido el camino inverso a Valentino Rossi, algo que le vale para poner la diferencia entre ambas monturas en otro tono al utilizado por el italiano, que prácticamente habla de noche y día.
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