Que Valentino Rossi no está teniendo su mejor año es un hecho latente. Llegados al parón veraniego, la ausencia de resultados y las dificultades sufridas por el dorsal #46 comienzan a pesar. Que las Yamaha de Viñales y Quartararo estén terminando por delante no ayuda, resaltando su mal rendimiento, y la dudas comienzan a copar páginas en los medios.
Valentino Rossi tiene contrato para 2020 con la fábrica de los diapasones. Sin embargo, teniendo en cuenta su edad, son muchas las voces que abogan por una salida prematura del campeonísimo. Contrario a estas críticas, Vale ha dejado claro por activa y por pasiva que su intención es terminar el que, presumiblemente, será su último contrato en la categoría reina del motociclismo.Como suele suceder en este tipo de situaciones, la prensa italiana ha acudido al siempre dispuesto Graziano Rossi, progenitor del italiano. Así, el también expiloto le ha concedido una entrevista a la Gazzetta Sportiva para hablar del futuro de su hijo. "Estoy seguro de que ya en Brno, el 4 de agosto, Vale estará dando lo mejor de sí y que a partir del próximo GP podrá volver a luchar por el podio", ha asegurado Graziano.
Según sus declaraciones, Rossi no se estaría cuestionando su retirada, ya que "a Vale no le importan [refiriéndose a la rumorología], porque, como siempre, no lee nada". "Está en una gran forma física y no solo lo digo yo, todos los que están cerca lo repiten". Pero Vale no es ciego, y es consciente de que no está en su mejor momento. "Quizás esté preocupado, sí, porque sin duda ha habido problemas en los últimos meses. Pero no está desmotivado, nunca lo está. Por lo general, cuando está un poco deprimido por alguna razón, no se viene abajo, hace exactamente lo contrario".
Graziano Rossi apuntó a la Yamaha como principal responsable del bajo rendimiento de su hijo, cuestionando la evolución que han seguido en las últimas temporadas. "Hubo un tiempo en que Vale y su equipo se quedaron sin dirección. Me refiero al desarrollo de una moto que ya es bastante complicada en sí misma. No es ningún misterio: todos saben que Yamaha es la más lenta de las motos que hay actualmente en la pista, tanto en términos de velocidad máxima como de aceleración". Su apuesta para recuperar el terreno perdido es clara: "La puesta a punto es la clave para tratar de recuperar todo lo que se pierde en la recta".
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