Con una salida favorable, Maverick Viñales dio lo mejor de sí en el suelo austriaco, concluyendo la prueba desde una quinta posición, por detrás de su compañero de equipo, Valentino Rossi. "Cuando llegué a Rossi tenía la goma trasera destruida. Si hubiera intentado adelantarle me habría pasado Rins. Optamos por una puesta a punto que no funcionó y que hizo que destrozara la goma muy pronto. La puesta a punto era distinta para evitar que la rueda trasera patinase, como nos pasa últimamente, y eso nos condicionó mucho" expresaba tras concluir la prueba.
De igual manera, el piloto español se mostró sereno y reconoció rápidamente las carencias de Yamaha en determinados momentos. "Yamaha trabaja solo en una dirección, no hay que hacer muchos cambios. La moto va bien, el chasis es excelente, solo que sufrimos cuando no hay agarre. Cuando cae el agarre los demás no sufren, solo lo hacemos nosotros. Salvamos los muebles en dos pistas que se me dan bastante mal", concluyó.
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