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MOTOGP

Michelin opta por una estrategia Kamikaze

La marca francesa suministradora de neumáticos condiciona el Mundial de MotoGP.

Alejandro Delgado

11 junio 2017 21:02

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Michelin opta por una estrategia Kamikaze

El Mundial de MotoGP está viviendo esta temporada como si se tratase de un casino. No nos referimos a las altas cantidades de dinero que se maneja en estos establecimientos, sino al azar que existe en ellos. Éste último se ve representado en la categoría reina gracias a Michelin, que hace que las predicciones de los equipos sean cada vez más complicadas y sorprendentes; teniendo que ir improvisando e incluso bajar el rendimiento de sus monturas para asegurarse su permanencia en la pista.

Bien es cierto que es la segunda temporada de la firma francesa en la categoría reina y que es su primera temporada en serio. Pese a eso, Michelin ha estado continuamente en el centro de todas las críticas, convirtiendo la presente temporada en una propia de David Lynch. Ya sean los continuos cambios meteorológicos que están teniendo lugar en la categoría reina o los cambios de decisiones de Michelin en el último instante.

Son muchos los pilotos y equipos que han señalado el papel que está jugando la firma con sus decisiones. Pero haría falta destacar el motivo de esos continuos cambios inesperados tomados por Michelin. Su acuerdo con la organización es evitar las caídas ocasionados por el tren trasero de las monturas. Para ello, como dicen en Michelin, deben de crear el neumático más seguro posible.

Michelin opta por una estrategia Kamikaze

El problema está en que muchas veces esa "seguridad" se convierte en una inseguridad y problema grave para los equipos y sobre todo, los pilotos, que no se ven capaces de controlar una montura que va por su cuenta. Los neumáticos traseros son "perfectos" pero los delanteros son ingobernables. Los continuos cambios en los compuestos no hacen otra cosa que complicar el trabajo de los equipos. Los nuevos compuestos siguen la misma línea que el resto de compuestos: no tienen un rango fijo de trabajo respecto a la temperatura en pista.

Es algo que ha comentado Ramon Forcada, jefe de mecánicos de Maverick Viñales, ha sido muy crítico con los franceses. "Michelin ha hecho una apuesta a lo seguro y se han pasado. (Qué) un (neumático) duro que con 52ºc en pista no funciona es algo serio". Pero lo más llamativo ha sido que hayan tenido que bajar la potencia de su montura para minimizar el daño de esta elección de compuesto: "Hemos tenido que ir con una potencia propia de Moto2 y aún así no íbamos bien, no teníamos ni tracción ni agarre trasero".

A todo esto, hace falta decir que los pilotos probaron el nuevo trazado en unos test que tuvieron lugar en mayo, en los que Michelin trajeron unos neumáticos distintos a los de los entrenamientos privados. Algo que destacaría Marc Márquez tras la FP del viernes:  "Al ser asimétricos no tenemos tres gomas, tenemos seis. Eso hace que sea más seguro, pero también de más difícil elección".

Michelin opta por una estrategia Kamikaze

Antes de finalizar su intervención a los micrófonos de Movistar MotoGP, Forcada, fue muy tajante con la firma francesa: "Michelin debe de dejar de marear. No es normal que nos den neumáticos y no sepamos que tenemos". Cosa que minutos antes, Viñales, afirmaba que se estaba preparando para la peor situación posible, puesto que era incontrolable su montura en todo momento.

La firma francesa está viviendo su particular vía crucis. No encuentran la configuración idónea para cada Gran Premio con unos compuestos que no paran de cambiar su estructura, sorprendiendo así a los equipos. No encuentran estos la forma de hacerlos trabajar en unas condiciones determinadas.

Michelin en vez de ir solucionando esos problemas, va creando todavía más conflicto con los equipos. En particular con Yamaha, que le echa en cara no venir a rodar en los test que se celebraron en el Circuit Barcelona-Catalunya, como si no tuvieran derecho a opinar libremente respecto a las circunstancias que se van desarrollando en cada Gran Premio.

De este modo la firma francesa no hace otra cosa que cavar su propia tumba, no aceptan sus errores, por lo que siguen una estrategia kamikaze en todo momento. En vez de analizar la situación no hacen otra cosa que recriminar las actitudes de los equipos, y más teniendo en cuenta los problemas que han tenido a lo largo de la temporada con sus compuestos. Aunque hay que decir una cosa, el circuito catalán es uno de los más abrasivos, cosa que han pedido que de cara a la próxima temporada se reasfalte todo el trazado. Pero eso no es excusa, parece que Michelin se aplique al dicho de: lo importante es que hablen de nosotros, que sea bien o mal es lo secundario.

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