Con la temporada tocando a su fin, el Campeonato del Mundo de Motociclismo inicia en Japón el clásico triplete asiático otoñal, que se alargará hasta finales de octubre con los Grandes Premios de Australia y Malasia. La cita nipona, habitualmente situada en el último cuarto de año, suele decidir títulos mundiales. En este artículo hemos querido remontarnos al Gran Premio de Japón 2013, cita que avivó un campeonato de Moto3 prácticamente visto para sentencia.
En aquel no tan lejano 2013, la carrera japonesa ocupaba el penúltimo lugar del calendario. El malogrado Luis Salom, que competía con la KTM de Aki Ajo, tenía el título prácticamente atado, pero debía vigilar a Alex Rins y a Maverick Viñales para evitar sustos de última hora. Los dos contendientes catalanes hicieron los deberes a lo largo de los entrenamientos, siempre por delante de Salom, aunque el balear nunca dejó que las diferencias se tornasen importantes.Rins consiguió llevarse la 'pole position' por delante de Maverick y de Alex Márquez, relegando a Salom a la segunda fila. Se apagó el semáforo y ambos pilotos del Estrella Galicia 0,0 se pusieron al frente del pelotón, intentando abrir hueco sobre los dos contendientes de KTM. Salom se mantenía a rueda, pero el desastre estaba por llegar. Isaac Viñales, que venía remontando, entró muy colado en la curva nueve y se llevó por delante a Luís Salom en la primera vuelta de carrera. Pese a la caída, el mallorquín pudo reemprender la marcha y remontar posiciones.
Por delante se conformó un grupo de cuatro unidades: Maverick Viñales, Álex Rins, Álex Márquez y Jonas Folger. Con el paso de las vueltas, el alemán terminó por descolgarse, dejando al trío catalán al frente de la prueba. Salom, que exprimía su KTM al máximo en su lucha particular por entrar en los puntos, terminó en la grava por segunda vez; esta nueva caída pondría punto y final a su participación en el Gran Premio, obligándole a abandonar.
Pero las caídas no terminaron ahí. A tan solo cuatro vueltas del final, Álex Rins besó el asfalto de Motegi, dejando a sus compatriotas como líderes en solitario. Álex Márquez, fuera de la lucha por el título y sin nada que perder, decidió poner toda la carne en el asador para llevarse el primer Gran Premio de su vida, ganando la carrera por delante de Viñales y de Folger. Este fin de semana resultó ser clave en el transcurso del campeonato, ya que permitió que Viñales recuperase muchos puntos y llegase a Valencia con serias opciones al título. Semanas después, los tres protagonistas del año se jugaron el campeonato hasta la última curva para, como ya sabemos, terminar coronando a 'Mack' campeón del mundo.
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