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PENSAMIENTOS Y ANTECEDENTES

Opinión: Jorge Lorenzo y una temeridad que vale oro

El quinto puesto conseguido por Jorge Lorenzo es una heroicidad, pero implica una serie de cosas. Peligroso precedente.

Opinión: Jorge Lorenzo y una temeridad que vale oro

Opinión: Jorge Lorenzo y una temeridad que vale oro

Creo que no había ninguna foto mejor para empezar el artículo que una en la que Jorge Lorenzo y el logo del superhéroe Superman conviven en armonia. Obviamente muchos pueden estar en contra de estos pensamientos en voz alta que voy a expresar, pero conviene analizar la actuación acometida por el piloto balear desde tres puntos de vista muy distintos como son desde los ojos de los aficinados, desde los pensamientos del propio Jorge Lorenzo y desde el aspecto deportivo y legítimo de la decisión que ha cambiado la manera de entender MotoGP y que también ha creado un precedente, algo así como la historia de Jorge Lorenzo y una temeridad que vale oro.

En forma de breve resumen y como análisis cronológico, hay que recordar que Jorge Lorenzo sufrió una fractura de tres puntos con desplazamiento de la clavícula izquierda en los FP2 de MotoGP, a eso de las 14:30 horas del jueves. Tras confirmar la lesión en la clínica del circuito, el piloto del Yamaha Factory Racing se desplazó al Hospital de Assen donde se realizó las últimas pruebas y ante la imposibilidad de operarse por falta de disponibilidad viajó a Barcelona por la tarde noche del mismo jueves. El resto de la historia es una operación de 2h en la madrugada del viernes, un viaje a Holanda a las 15h y un doble OK médico el sábado que permitió competir a Jorge Lorenzo apenas 35 horas después de operarse.

Opinión: Jorge Lorenzo y una temeridad que vale oro

¿Qué piensa un aficionado?

Cualquier persona con dos dedos de frente y que entienda en dosis mínima de que va esto del motorsport, al descubrir las intenciones de Jorge Lorenzo no pudo hacer más que llevarse las manos a la cabeza. Cuando el piloto balear publicó a través de las redes sociales que regresaba a Holanda, las reacciones fueron inmediatas y todas estas reacciones fueron desde la incredulidad, pasando por la preocupación y acabandon con el más que normal reproche que pasaba por frases del tipo: "¿Nadie de su entorno va a aconsejar a Jorge Lorenzo?" o "Este chico se está jugando perder el campeonato y su carrera".

Obviamente no voy a ser yo el que niegue que también pasaron esos pensamientos por mi cabeza, pero rápidamente me di cuenta que esta locura o heroicidad que podía haber acabado tan mal o tan bién -como finalmente lo hizo- tenía su razón de ser, por mucho que me costara entenderla. No es por lo tanto nada extraño tener estos pensamientos y más si tenemos en cuenta que ni siquiera los expertos que llevan siguiendo el Mundial de Motociclismo durante años e incluso los pilotos en activo y ya retirados no podían salir de su asombro, con pocas palabras más que aportar a la idea general que todos nos habíamos montado. Pero... ¿Qué pasó por la cabeza de Jorge Lorenzo para tomar esta decisión?.

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El ansía de vencer como única meta

Si analizamos friamente la caída sufrida a más de 225 km/h y la reacción que Jorge Lorenzo realizó al incorporarse de la fría y mojada hierba en Assen, con claros gestos de dolor, lo más lógico que puede pensar un piloto es que su fin de semana ha acabado, que el Mundial se pone cuesta arriba y que tocará pasar semanas duras de recuperación. Sin embargo, Jorge Lorenzo fue un paso más lejos y cuando asumió la caída y aceptó lo que ello implicaba rápidamente mando a su entorno organizar todo para operarse lo más pronto posible, algo que su gente de confianza hizo a la perfección con el pensamiento de apurar la recuperación de cara a Alemania.

Sin embargo, por la cabeza de Jorge Lorenzo pasaba competir en Assen desde el mismo jueves por la tarde y este pensamiento que algunos pueden catalogar de demente tiene su razón de ser, aunque un servidor no la comparta y si la entienda. Ya vimos la pasada temporada como Jorge Lorenzo con un inicio de temporada sublime cuajó una buena ventaja sobre Dani Pedrosa de cara a la segunda mitad de la temporada y aunque el piloto del Repsol Honda realizó su mejor temporada en MotoGP y recortó muchos puntos de esta ventaja que tenía el balear, finalmente el ir a la contra provocó su caída final en Australia que puso el punto y final a su intento épico de remontada.

Jorge Lorenzo analizó este hecho en su cabeza y optó por tomar la decisión más complicada de su carrera, intentar correr en Assen sufriendo lo indecible y recién operado con ocho tornillos y una placa de titanio en su clavícula. Esta decisión precisamente viene de esa obligación que el balear se ha impuesto de ganar MotoGP 2013 y de no tener que competir por el resto de la temporada a la contra como le sucedió a su rival el año pasado y como tendría que haber hecho si no corre en Holanda e incluso pierde puntos en Alemania donde tampoco estará al cien por ciento.

Bien es cierto que la decisión fue posiblemente suicida pero finalmente y gracias a esos milagros que nos regala este deporte, Jorge Lorenzo con una carrera heroica terminó quinto en Assen y solo ha perdido dos puntos en el Mundial, lo que implica que ha dejado MotoGP tan candente como estaba al llegar a Holanda. El objetivo estaba cumplido aunque todos sabemos y el propio Lorenzo no es ajeno a ello, que esta decisión se podía haber vuelto en su contra con una nueva caída que le hubiera alejado no solo de este campeonato, sino de una trayectoria fructífera.

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El lado malo: La jurisprudencia

Si algo malo tiene toda esta historia heroica que por suerte para nuestro deporte y para la trayectoria de Jorge Lorenzo ha terminado bien es algo que en términos legales se llama jurisprudencia, un "palabro" que me enseñó la televisión y que viene a decir algo así como: "Si decidimos esto, es probable que la próxima vez lo volvamos a decidir", aunque tampoco es una regla que se cumple al cien por ciento ni en la vida, ni en los juzgados y mucho menos en el deporte.

Sin embargo, parece más que evidente que la proeza de Jorge Lorenzo de correr apenas 35 horas después de su operación es que ahora los médicos de los circuitos, Dorna e incluso los equipos van a tener complicado poder parar los pies a los jóvenes pilotos que en su afán por dejarse ver, competir y conseguir grandes resultados para ir evolucionando a lo largo de las categorías mundialista decidan competir con serias lesiones.

En este aspecto, la decisión de Jorge Lorenzo es peligrosa porque una vez que se han roto los prejuicios que teniamos desde los aficionados hasta los propios pilotos y se consigue competir recién operado, se pueden escribir más capítulos similares. A pesar de ello, Jorge Lorenzo para mal o para bien, según quieran juzgar, tendrá el honor de escribir este capítulo en la historia de MotoGP, y en mi caso creo que con tintas de gloria.

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