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PADDOCK GIRLS

Nosotras trabajamos, nosotras decidimos

Ahora la lucha es para impedir que mujeres hagan con sus cuerpos lo que les dé la gana.

Daniel Fernández

18 febrero 2018 11:29

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Nosotras trabajamos, nosotras decidimos

Quizás han pasado demasiados días para quien busque novedad en el tema cuestionado, pero es el tiempo idóneo para formar una idea y, sobre todo, una opinión en frío. En esta época donde lo fácil es dejarse llevar por la efusividad, el populismo, el "bien quedismo", etc, las palabras y los hechos a menudo se emplean sin un razonamiento. Al final acaba imponiéndose un pensamiento propio extremista, a uno analizado en el cual se ha hecho un esfuerzo real por intentar entender lo que sucede buscando una solución óptima.

El título que acompaña este artículo lo dice todo. Es curioso como la famosa frase feminista "nosotras parimos, nosotras decidimos", ha sido dada la vuelta por dicho colectivo. Es triste pensar que lo que en su día fue la lucha de la mujer por hacer con su cuerpo lo que le diera la gana, ahora resulta que la lucha es para impedir que mujeres hagan con sus cuerpos lo que les dé la gana. Desde la sociedad más rancia y casposa están dando palmas de alegría al respecto. Progresistas censurando empleos para mujeres, el Mundo al revés.

Paddock girls, grid girls, paragüeras, pit babes, son formas distintas de llamar a las azafatas de imagen que realizan dicho oficio durante un evento deportivo del mundo del motor. La Fórmula 1 ha decidido eliminarlas de sus pruebas alrededor del planeta, así que lo que hasta ahora era un debate interno entre aficionados, prensa y demás, ha estallado para convertirse en la comidilla y el principal tema a debatir en lugares donde no se ha hablado nunca del deporte. Pero claro, los buitres van a por la carnaza y no, no me refiero al cuerpo de las modelos.

Y hablo de buitres porque no son normales las cosas que se han tenido que ver en las últimas semanas, pongamos algún ejemplo. Hemos asistido a como una presentadora que se hace llamar amiga y conocida, ha entrevistado a una paddock girl sin saber ya no solo cuál es su función, es que tampoco sabía la magnitud de su entrevistada a la cual trataba de denigrar o menospreciar y poner en duda sobre si se dedicaba a estar en la parrilla de salida en eventos de Fórmula 1. Vamos, como si hubiese llevado a Ronaldo y Messi y les preguntase: "¿vosotros marcáis goles?". Hay más, en distintos medios de comunicación hemos visto a mujeres atacando a otras, varias que ni siquiera sabían que se estaban destruyendo puestos de trabajo y entre otros, mis favoritos, los liberales que en plan dictatorial juzgan lo que está bien o mal como si de la santa inquisición se tratase.

Nosotras trabajamos, nosotras decidimos

El absurdo de la cosificación

Por suerte entre hombres y mujeres, hay personas que no piensan así y me alegro especialmente que existan féminas que defiendan a sus congéneres. Ha costado muchos años, lloros e incluso sangre, para llegar hasta hoy en día, no es el momento de dar pasos atrás. ¿Por qué no deben trabajar de azafatas de imagen si es lo que quieren? Ah, claro, se habla de cosificación. Bienvenidos al Mundo real, todos en nuestros trabajos si lo simplificamos, somos cosas, herramientas destinadas a cumplir una función. Eliminar más de cuatrocientos puestos de trabajo (20 coches x 21 carreras = 420 puestos) es cuanto menos una salvajada, ojo, esto solo en Fórmula 1 durante una temporada.

Pero claro, cuando a los detractores les hablas de que quieren destruir más empleo que M.Rajoy, no tardan en tirar de su argumento estrella, la vestimenta. Y aquí, sí entiendo que haya debate. Cierto es que los uniformes (recordemos que hablamos de trabajo) han evolucionado mucho a lo largo de los años, pero siempre se puede mejorar. Voy a poner un ejemplo claro, hoy en día se puede elegir entre diferentes prendas de ropa y si hace falta ponerse un abrigo pues se lo ponen. Alguien dirá "nada más faltaría", pues ahí está la clave, en que estas mujeres puedan ejercer su profesión de la mejor manera posible.

Al final si se piensa detenidamente y se trata de entender a ambas partes se llega a que el problema no es ni de las chicas que solo trabajan, ni de las marcas pues se publicitan como pueden. El error es tener unos campeonatos que o no regulan todo lo que sucede en su certamen o directamente prohíben a lo caudillo despidiendo trabajadoras que han formado parte de ellos.

La profesionalización de un trabajo específico

Desde mi humilde punto de vista todo pasa por regular y profesionalizar la actividad de paddock girl. Por ejemplo Monster Energy es un ejemplo en esto último. Forman un equipo de mujeres destinado a ser empleadas a largo plazo, disponen de uniformes con pantalón, top, faldas, gorros, etcétera, para que sus trabajadoras puedan elegir y han creado una forma de publicidad en torno a ellas donde tienen notoriedad por si mismas. Unas normas de los promotores de los campeonatos que obliguen a los sponsors a seguir unas directrices, podría llevar a que todas las chicas de eventos deportivos del Mundo del motor se sientan cómodas no solo por la ropa que usen para ejercer su trabajo, también por esos ojos que las ven como cosas en lugar de escucharlas y descubrir que tienen más cultura que muchos presidentes del gobierno alrededor del globo.

Debo añadir algo más y que ya se está empezando a hacer, lo cual es muy loable. Las chicas que se dedican a ello creo que deben dar un paso al frente, no solo defendiendo su trabajo públicamente como muy bien están ya haciendo. Tarde o temprano tendrán que ir más allá, defender su trabajo no solo ante el público, también ante las propias marcas o promotores de campeonatos. Porque si estos últimos se abren a negociar y debatir para regular y/o profesionalizar el trabajo de azafata de imagen, ellas deben ser parte activa de ello. Nadie debe decidir por ellas a qué, ni cuándo, ni cómo, trabajar en lo que quieran. Ellas, simplemente deben ser libres.

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