El parón veraniego de MotoGP ha servido a muchos pilotos para desconectar y alejarse de la presión de las dos ruedas, especialmente para uno de ellos: Valentino Rossi. Para 'Il Dottore', las vacaciones se utilizaron para recargar pilas y tomar un descanso después de las decepcionantes últimas carreras, muy dispares a las que presentó su compañero de equipo, Maverick Viñales. No obstante, ambos se encontrarán en el trazado Brno con el mismo deseo: mejorar su estrategia.
Rossi asegura tener el camino más difícil, mientras lucha por encontrar la armonía correcta con la M1. Sin embargo Brno, el circuito en el que ganó su primera victoria en el Campeonato del Mundo, podría echarle una mano este año. Desde hace más de veinte años, el de Tavullia ha mostrado su talento en el circuito checo, subiendo al podio 14 veces y ganando 7, el último en 2009. "Las vacaciones de verano fueron importantes para descansar un poco después de la primera parte de la temporada", explicó para Gpone.com. "Sin embargo, ahora no puedo esperar para volver a la pista, en mi M1, y concentrarme en la segunda mitad de la temporada".Este regreso será particularmente importante por varias razones, entre otras cosas para prepararse para la próxima temporada, pues en las pruebas posteriores a la carrera, se espera la llegada de la M12020. "Tendremos dos Grandes Premios seguidos en los que tendremos que trabajar bien y obtener los mejores resultados posibles. Será una segunda parte importante de la temporada, porque necesitamos mejorar y también comenzar a prepararnos para 2020, a partir de las pruebas del lunes", destaca Valentino.
Sin embargo, el piloto italiano asegura no querer adelantarse a los hechos y primero focalizar su objetivo en el próximo domingo. "Brno es una pista que siempre me ha gustado, quiero trabajar bien con el equipo y tener un buen fin de semana. Necesitamos un buen resultado, así que haremos nuestro mejor esfuerzo" zanjaría.
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