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GP DE AUSTRALIA

Vuelta al Circuito de Phillip Island

Repaso al trazado del Circuito de Phillip Island, sede del Gran Premio de Australia de motociclismo.

Guillermo Moreno

24 octubre 2019 14:46

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Vuelta al Circuito de Phillip Island

El mundial de Motociclismo llega este fin de semana al Circuito de Phillip Island, que acoge el Gran Premio de Australia de manera ininterrumpida desde 1997. El trazado es uno de los más espectaculares y rápidos del calendario, un favorito entre aficionados y pilotos que ha acogido grandes carreras en todas las categorías y nunca defrauda.

Phillip Island, circuito inaugurado en 1978 y modificado a su configuración actual una década después, tiene una longitud de 4,445 kilómetros y consiste en 12 curvas, 7 a la izquierda y 5 a la derecha. El Circuito se encuentra en un paraje natural increíble, al borde del mar en la isla del mismo nombre, en el extremo sudeste del país.

Una vuelta a Phillip Island comienza encarando la recta Gardner, de 900 metros de longitud y en la que la categoría reina alcanza velocidades superiores a los 340 Km/h. Entonces llega la primera curva, la curva Doohan, donde se reduce hasta la cuarta marcha para afrontar un giro largo y fluido a la derecha. Sin tiempo para recomponerse, los pilotos cambian de dirección y toman el Southern Loop, una larga horquilla que conecta con la curva Stoner, en subida y completamente en aceleración.

Vuelta al Circuito de Phillip Island

Tras esta sección, rápida y fluida, llega la frenada más fuerte del circuito, punto de adelantamiento y donde también son habituales las caídas; la curva 4. Se trata de un giro cerrado de derechas, que se toma en primera a unos 70 Km/h y suele dar lugar a que se generen embudos, sobre todo en Moto3, que acaban en caída. Luego, la curva 5 procede a la anterior y prácticamente no es una curva, pero marca el camino hacia el cambio de dirección de la sexta curva, Siberia.

Se trata de un giro cerrado que da lugar a la 7 y 8, dos giros enlazados, rápidos y en subida, en los que se vuelven a superar los 200 Km/h. La pendiente aumenta y en la cumbre de la colina se llega a Lucky Heights, una curva única en todo el calendario. A unos 140 Km/h se empieza a girar a la izquierda en subida y, una vez alcanzado el vértice, el circuito desciende hacia la curva 10, otra complicada frenada en primera, otro embudo donde los adelantamientos y caídas son frecuentes.

Una vez superada, se vuelve a cambiar de dirección hacia la curva 11, que poco a poco se va abriendo y enlaza, de manera prácticamente continua, con la 12, la última curva del circuito, en la que ocasionalmente se puede ver algún adelantamiento de última hora, especialmente en las últimas vueltas de carrera. Finalmente, se vuelve a tomar la recta hasta la meta, ubicada hacia el final de la recta, lo que propicia que las carreras puedan decidirse por rebufo.

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