Dejando la lluvia de lado, Clint Bowyer logró en Richmond su segunda victoria de la temporada en una carrera que estuvo marcada por las estrategias con el combustible. El piloto decidió en su última parada solo cambiar neumáticos y tras volar en pista para ponerse en primera posición, llegó el turno de ahorrar combustible, algo que le valió finalmente para cruzar la línea de meta con su Toyota en primera posición con un margen de dos segundos sobre Jeff Gordon. Por su parte tercero fue Mark Martin.
En la lucha por la última plaza del Chase lo cierto es que la prueba de Richmond fue un cúmulo de sensaciones y de alegrías que fue por zonas. En la primera parte de la carrera parecía que Kyle Buch sería el último piloto con derecho a luchar por el título, aunque posteriormente fue adelantado por el elevado gasto de neumáticos de su coche por Tony Stewart y Ryan Newman, que pasó a ocupar esta ansiada última plaza.
Truco de mago
Mientras Bowyer iba encaminado a su segunda victoria a falta de siete vueltas, Jeff Gordon que venía desde atrás superó a Mark Martin por la segunda posición, y con la octava posición final de Ryan Newman y la decimosexta de Kyle Busch, el propio Gordon se hacía con la última plaza del Chase for the Sprint Cup, por un margen mínimo de tres puntos.
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