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SEGUNDA PARTE

Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

Continuamos esta prueba saliendo a carretera abierta, descubriendo las aptitudes de este familiar compacto.

Emilio García

20 agosto 2015 21:17

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Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

El Peugeot 308 SW ha causado muy buenas impresiones en cada detalle analizado, por ello es hora de pasar al siguiente nivel y comenzar a devorar kilómetros por nuestro recorrido habitual, tratando así de analizar cada detalle para poder contártelo y que descubras a este devorador de kilómetros nato.

Todo comienza con dos gestos: pisar el pedal de freno y pulsar el botón Start. Tras ello el habitáculo se inunda de una baja rumorosidad incluso cuando arrancamos a primera hora de la mañana, tras tener al Peugeot 308 SW toda la noche en reposo. Pongo especial atención en busca de vibraciones habituales en propulsores tricilíndricos como en el que nos encontramos, localizándolas de forma muy leve y prácticamente inadvertibles, punto para Peugeot.

Me pongo en marcha para comenzar la prueba, y como siempre comenzamos nuestro test en ciudad. Su gran tamaño -con sus más de 4,5 metros de longitud- no es mayor problema en marcha, y la configuración de la dirección, acompañada por el tamaño del volante asegura una excelente maniobrabilidad en ciudad.

Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

La suspensión se muestra firme en todo momento, y forzamos al Peugeot 308 SW a pisar las peores partes del asfalto que reviste las calles por las que pasamos, tratando así de buscar posibles ruidos por los materiales de su interior. Sin embargo, por más que me esfuerzo no consigo percibir ni un solo ruido molesto, dando otro punto al fabricante francés.

Llegó la hora de buscar aparcamiento a este grandullón, y si, aquí es donde el Peugeot 308 SW nos dará algún quebradero de cabeza por su tamaño. Sin embargo, y para aquellos que no terminan de confiar en sus aptitudes estacionando, Peugeot ha equipado nuestra unidad con un sistema Park Assist, que aparcará por nosotros en línea o batería, además de sacarnos cuando hemos estacionado en línea.

En cuanto a una valoración general mientras conducimos por ciudad, debo admitir que me he sentido cómodo en todo momento, y debo admitir que pese a la estrañez inicial nada más ponerme a los mandos del i-Cockpit de Peugeot, debo admitir que en solo unos pocos kilómetros me adapté y pude comprobar en primera persona lo que tiene que ofrecer este sistema.

Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

Salgo a la carretera, donde mantenemos unos cruceros al límite de velocidad de la vía descubriendo que aquí es donde realmente se siente cómodo este compacto familiar. El conjunto de la suspensión trabaja para que los ocupantes no noten las irregularidades, al mismo tiempo que el ruido procedente del motor es mínimo, mostrando que se encuentra cómodo con la situación a la que estamos sometiéndolo.

Pronto cambiarían las circunstancias de la carretera, desviándonos en nuestra ruta para hacer uso de una carretera con un asfalto en mal estado, comprobando que pese a la firmeza de la suspensión, absorbe a la perfección todas las irregularidades del asfalto y sin mayores molestias para los ocupantes, ya que no son pocas las irregularidades que nos muestra este trazado, usado habitualmente durante nuestros test para este tipo de verificaciones.

Paso rápidamente a trazados sinuosos y con numerosos cambios de nivel del terreno, llevándome otra grata sorpresa: el Peugeot 308 SW se defiende francamente bien al buscarle las cosquillas aquí, y jugando con las levas encuentro una diversión no esperada. Gracias al tamaño compacto del volante guiar al Peugeot 308 SW entre curvas es puro disfrute, dandome confianza en todo momento de la conducción que estoy practicando.

Hacemos un alto en el camino para hacer diferentes verificaciones y depaso descansar tomando un pequeño refrigerio. Una de estas comprobaciones pasa por verificar el consumo medio, que combinando ciudad, autovía, carretera mal asfaltada y trazados sinuosos, nos sorprende con una media de 6,9 litros a los 100, no son los 4,4 que prometía Peugeot, pero tras el uso exigido me parece un dato realmente bueno. Debes saber que en Autovía mostraba en todo momento cruceros que superaba por poco los 5,0 litros, situándose así como una buena alternativa a la mecánica diésel.

Prueba: Peugeot 308 SW 1.2 PureTech 130 CV EAT6 (II)

Entonces... ¿estamos ante un rutero?

No me cabe la menor duda de que el Peugeot 308 SW con esta combinación mecánica es totalmente recomendable para aquellos que necesiten un compacto familiar para realizar largos viajes. Su comportamiento durante la prueba así lo atestigua, mientras que por confort y habitabilidad sin duda se sitúa a la cabeza de su categoría.

Solo un pequeño apunte negativo del coche, y es que en marcha he sido incapaz de manejar la pantalla para controlar algo tan común como el climatizador y temperatura interior, no por un fallo del sistema, sino porque no sentía la seguridad necesaria de poder llevar a cabo esta maniobra, algo que supongo que con un poco más de tiempo me hubiese habituado a realizar, aunque reafirma mi opinión de que un control tan básico como este no debería integrarse en esta pantalla.

Solo nos queda analizar el equipamiento de nuestra unidad, conocer la gama Peugeot 308 SW así como descubrir la tarifa oficial de precios de este interesante compacto familiar, pero es algo que se realizará en el próximo capítulo, donde te ayudaré a que lo descubras más a fondo.

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