Solo dos palabras bastaron para resumir la euforia de Álex Palou tras cruzar la meta en primer lugar: "No me lo creo". Y es que lo que acababa de conseguir el piloto de San Antonio Vilamajor era precisamente eso: increíble. Por primera vez en la historia, un español había conquistado las míticas 500 Millas de Indianápolis, la carrera más prestigiosa del automovilismo americano.
El momento que cambió todo
La carrera número 109 de esta legendaria prueba tenía todos los ingredientes de un thriller. Palou, que había arrancado desde la sexta posición, mantuvo la paciencia durante las primeras 180 vueltas, observando cómo se desarrollaba la estrategia. Pero cuando quedaban apenas 14 vueltas para el final, el catalán tomó la decisión que definiría su carrera.
Marcus Ericsson, su excompañero de equipo en Chip Ganassi Racing, lideraba la carrera cuando Palou decidió que ya había esperado suficiente. En una maniobra que "me mantendrá despierto por las noches", según confesó posteriormente el sueco, Palou aprovechó el rebufo de dos coches doblados para adelantar por el exterior en la curva 1. Desde ese momento, nadie pudo alcanzarlo.
Una temporada de ensueño
Esta victoria no ha llegado por casualidad. Palou llegaba a Indianápolis con un bagaje impresionante: cuatro victorias en las primeras cinco carreras de la temporada 2025. Solo había cedido el triunfo en Long Beach, donde terminó segundo. Con esta quinta victoria en seis carreras, el barcelonés está escribiendo uno de los capítulos más dominantes en la historia reciente de la IndyCar.

El tricampeón de la serie (2021, 2023 y 2024) llegaba como favorito junto a Pato O'Ward, pero su hambre por conquistar el óvalo de Indianápolis era evidente. "Sin una victoria en Indianápolis, mi carrera no habría estado completa", había declarado antes de la carrera. Ahora, a sus 28 años, puede decir que su palmarés está completo.
Los números que impresionan
- 5 victorias en 6 carreras en la temporada 2025
- 115 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor
- Promedio de posición final: 1.17 en lo que va de temporada
- 30 podios en 67 carreras con Chip Ganassi Racing
El ritual de la leche y la celebración familiar
Como manda la tradición en Indianápolis, Palou bebió leche en el podio de ganadores. Pero este momento tuvo un toque especial: compartió el trago con su esposa, quien a su vez le dio un sorbo a su pequeña hija. "La mejor leche que he probado en mi vida", declaró entre risas el nuevo campeón.

La imagen más emotiva llegó cuando su hija Lucía besó el anillo de ganador mientras Palou posaba en los famosos Yard of Bricks de la línea de meta. El patriarca de la familia, Ramón Palou, no pudo contener las lágrimas al abrazar a su hijo en una de las celebraciones más emotivas que se recuerdan en el óvalo de Indianápolis.
La Triple Corona española, completa
Con esta victoria, el automovilismo español ha completado oficialmente la Triple Corona mundial. Fernando Alonso ya había conquistado el GP de Mónaco de Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans, y ahora Palou añade las 500 Millas de Indianápolis a esta prestigiosa lista. Es un hito que ningún otro país había logrado hasta ahora.
El impacto de esta victoria trasciende lo deportivo. Chip Ganassi, el propietario del equipo, no pudo ocultar su emoción: "Esto va a definir la carrera de Álex Palou, va a cambiar su vida, y desde luego ha cambiado la mía". Para Ganassi, esta es su sexta victoria en Indianápolis y la primera desde que Ericsson ganó en 2022.
El podio final y las decepciones
La clasificación final dejó un podio completamente dominado por Honda, con Palou en lo más alto, seguido de Marcus Ericsson (Andretti Global) y David Malukas (A.J. Foyt Enterprises). Pato O'Ward completó el top 4, manteniendo su excelente racha en Indianápolis con su quinta actuación entre los seis primeros en seis participaciones.

La gran decepción fue Josef Newgarden, que aspiraba a convertirse en el primer piloto en ganar tres Indy 500 consecutivas. El estadounidense, que había arrancado desde la última fila debido a problemas en la inspección técnica, sufrió un fallo en la bomba de combustible que truncó sus opciones cuando quedaban 65 vueltas.
Mirando hacia el futuro
Con esta victoria, Palou no solo ha hecho historia para España, sino que ha consolidado su posición como el piloto más dominante de la IndyCar actual. Su próximo objetivo será alcanzar las seis victorias en una temporada, algo que no se logra desde que Will Power lo hiciera en 2011.
El calendario de la IndyCar continúa el próximo 1 de junio con el Gran Premio de Detroit, donde Palou intentará ampliar su ya considerable ventaja en el campeonato. Con el nivel mostrado hasta ahora, pocos dudan de que el catalán esté encaminado hacia su cuarto título en cinco años.
Mientras tanto, en España celebramos a un piloto que ha sabido conquistar América con humildad, talento y una determinación inquebrantable. Álex Palou ya no es solo el mejor piloto español de IndyCar de la historia: es, sencillamente, una leyenda del automovilismo mundial.