Así, en el Concurso de elegancia de Pebble Beach, California, la firma germana ha querido presentarse con un modelo único, hecho a mano y que sigue la tradición de combinar belleza, deportividad y el músculo en un vehículo cuyo fin no es otro que demostrar que todo esos ingredientes pueden combinarse y dar lugar a un bello automóvil.
Los responsables de este roadster, BMW y Zagato, se felicitan por haber sido capaces de trabajar de forma conjunta en tan poco tiempo y con una gran satisfacción por el resultado que, sin ser rompedor con el modelo de techo rígido, da un mejorado y más atractivo aspecto que su versión cerrada.
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