Procedente de una colección sueca, que el pasado año 2013 cambió de hogar al Reino Unido y del que no conocemos más datos de su origen, tenemos este increíble ejemplar de BMW Z1, modelo ya curioso de por si, pero dado el estado en el que se encuentra esta unidad es probablemente una oportunidad única e irrepetible.
Tras ser fabricado en 1990, este Z1 tan solo ha recorrido 197 kilómetros, por lo que su estado es mejor que impecable, prácticamente se encuentra a estrenar. De hecho, no ha sido jamás matriculado.
En las imágenes que acompaña su ficha de la subasta se aprecia que prácticamente todos sus elementos se encuentran en un increíble estado, salvo el tapizado de los asientos, cuyos pliegues denotan el paso del tiempo.
El precio que le asumen rondará más de 60.000 euros, bastante más que las unidades coetáneas que se pueden encontrar en el mercado de segunda mano.
Primer modelo Z
El Z1 es ante todo una rara avis, no solo en el mundo de los deportivos en general, sino en el de la gama de BMW en particular. Apareció en un momento en el que nacía de nuevo el interés por los roadster, tras permanecer dicho segmento en coma durante años, y su particular configuración no dejó indiferente a nadie.
El Z1 estrenó la denominación que luego han continuado los Z3 y Z4, como ya hizo BMW con el M1, y como en el caso del deportivo de motor central, una vez finalizada su relativamente corta producción, desapareció sin sustituto.
Los roadster que vinieron después han sido modelos mucho más convencionales, por lo que nunca han sido considerados el relevo generacional o espiritual del Z1. Que contaba con un bastidor tubular sobre el que se apoyaba la carrocería compuesta de paneles de plásticos desmontables, sin olvidarnos del increíble, y único sistema de aperturas de las puertas escamoteables, que se escondían en el lateral del vehículo, por lo que convierten al Z1 en uno de los modelos más destacados de la historia de la marca.
Artículos recomendados