Para atender la fabricación del nuevo modelo Lamborghini afirma que contratará a 500 nuevos empleados, lo que prácticamente duplicaría el tamaño de su fuerza productiva, para lo cual invertirá en los próximos años "cientos de millones de euros", inversión que realizará durante el ciclo de vida del nuevo SUV.
La marca planea una producción inicial de unos 3.000 ejemplares al año del nuevo modelo, lo cual multiplicaría por más de dos su producción anual, cifrada actualmente en unos meros 2.530 vehículos, cifra producida el pasado año 2014.
Nueva política
Tratando de seguir el ejemplo de Porsche con el Cayenne, Lamborghini espera cambiar radicalmente su economía y producción, tal y como afirmó el propio CEO de la marca, Stephan Winkelmann, "La introducción de un tercer modelo significa para nosotros el comienzo de una nueva era".
El mismo Winkelmann se reunió con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, para acordar una serie de medidas excepcionales, entre las que se incluyen exenciones de impuestos e incentivos hasta un montante total de 90 millones de euros, con el único fin de no sacar la futura producción del SUV fuera del país, como se rumoreaba hace unos meses.
Con respecto a las futuras especificaciones del nuevo SUV de Lamborghini, la marca aun no se ha pronunciado, salvo en al propia presentación de Urus concept, cuando afirmó que la versión de producción contaría con una potencia que rondaría los 600 caballos. Estaría basado en al misma plataforma que el futuro Bentley Bentayga, por lo que es probable algún tipo de mecánica híbrida disponible.
Fuente: Automotive News
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