Para empezar, la categoría reina del Europeo de Rallies, denominada ERC, se reservará a los vehículos R5 y S2000, mientras que la categoría ERC2 quedará destinada a los vehículos del Grupo N, es decir, a los actuales N4 que según los designios de la FIA pasarán a llamarse R4 en cualquier categoría internacional. A imagen y semejanza de lo que suceden en el Mundial de Rallies, la categoría ERC3 quedará destinada a los vehículos del Grupo R restantes, es decir, los R1, R2 y R3 de dos ruedas motrices.
Se buscará un campeonato más compacto, por lo que el número de pruebas pasará de 12 a 10, recogiendo los siete mejores resultados en ERC y ERC2 en términos de clasificaciones, mientras que sólo se contarán los seis mejores puntajes en ERC3. En este aspecto y para fomentar una de las categorías con más éxito en el certamen continental, se amplía el límite máximo de edad entre los pilotos del ERC Junior, que pasará a 27 años, con el fin de poder llamar la atención de más competidores y adaptarse a la edad mínima que presentas muchos campeonatos nacionales.
Ahorro de costes
En términos de prioridad, sólo los pilotos inscritos a la categoría ERC y los pilotos prioritarios FIA tomarán parte de los tramos de shakedown y clasificación. Las pruebas tendrán una distancia cronometrada entre 200 y 230 kilómetros y en cada prueba se reducirá la cantidad de neumáticos. Para los cuatro ruedas motrices se permite un máximo de 18 neumáticos por rally, mientras que son 14 los destinados a los dos ruedas motrices. En el aspecto de test, también se ha buscado esta reducción de costes y sólo estará permitido un día de test por cada rally, a imagen y semejanza también a lo pactado en el WRC.
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