Pocas semanas después de anunciar su retirada, Jorge Lorenzo comunicó a la prensa su regreso al asfalto como piloto de pruebas. Esta noticia suscitó algunas dudas respecto a su futuro como integrante del equipo Yamaha, a la vez que brindaba una oportunidad al equipo japonés de recuperar la competitividad en pista. De esta manera, el piloto mallorquín decidió cerrar un capítulo de su vida tras las desafortunadas experiencias como piloto de Honda y Ducati.
En una entrevista exclusiva para The Race, Jorge Lorenzo sacó su lado más emotivo al rememorar estos momentos, repletos de nostalgia y frustración tras no conseguir los objetivos propuestos. "No podía lograr los resultados que quería, Ducati quería fichar a otro piloto y tuve que encontrar una solución. Estaba en un buen momento de mi carrera, era rápido, estaba todavía en forma, pero por alguna razón, no podía conseguir los resultados y no pude seguir en Ducati. Después encontramos la opción de ir a Petronas Yamaha, y estaba casi listo para firmar, entonces llegó la oportunidad de Honda y no pude decirles que no. Uno de los sueños de cualquier piloto es correr con Honda al menos una vez en tu vida, y tuve la suerte de que en tres semanas fui capaz de tener la oportunidad de hacer algo que ningún otro piloto había logrado en la historia, ganar con tres motos diferentes, recordó.Por otro lado, la salud física y mental de Jorge Lorenzo fue en detrimento tras experimentar una de las lesiones más complicadas de su vida. Al amparo de esta situación, el #99 considera a las mismas detonantes de acelerar su decisión. "Las cosas empezaron mal con mi lesión en el escafoides, y la moto de 2019 era difícil de pilotar. Las lesiones desempeñaron un papel importante y se convirtieron en un gran desastre. Nunca fui competitivo, nunca logré buenos resultados, y sobre todo la lesión de Assen me ayudó a tomar una decisión. Sin esa lesión, posiblemente me habría quedado y lo habría intentado otro año, pero cambió mucho mi forma de pensar, y la retirada se convirtió en un pensamiento real".
Mirada al pasado
No obstante, el balear siguió intentando plantar cara a las adversidades, sin frutos. "Intenté volver en Silverstone y ver qué sucedía, de haber encontrado la motivación y la confianza, podría haber cambiado las cosas, pero sin ellas no tuve la paciencia necesaria para quedarme. Si no puedo ganar, no estoy feliz, porque lo único que me mantiene en esta profesión es la posibilidad de ganar. Hay muchos aspectos negativos en esto: los viajes, los eventos, la presión que sientes en las carreras, la posibilidad de lesionarte. No compensa a menos que seas capaz de ganar. Sufrí y luché mucho en Honda, y no había compensación por ello", confesó.
Así las cosas, el piloto balear se decantó por ver el vaso medio lleno y buscar otra oportunidad en el interior del paddock. Las fábricas no tardaron mucho en poner sus propuestas sobre la mesa, pero el piloto mallorquín decidió volver a su hogar, el equipo que la brindado memorables recuerdos en su trayectoria deportiva. "No fue una decisión fácil, porque no pude devolverle a Honda y Alberto Puig la confianza que habían puesto en mí. Pero también es cierto que otro año como el 2019 era algo que ni Honda ni yo nos podíamos permitir porque ambos somos ganadores, no alguien que termina el 10º o el 15º. Allí estaba sufriendo, y la vida es para disfrutar, no para sufrir, sobre todo cuando has ganado tanto", agregó.
Meses después de poner fin a su pesadilla, Jorge Lorenzo asegura que no se arrepiente de las decisiones tomadas en los últimos años. "No tiene sentido arrepentirse de cosas que no puedes cambiar. Siempre quedará la pregunta de qué hubiera pasado si hubiera ganado con la Ducati un mes antes. Posiblemente no estaríamos aquí hablando ahora", concluyó el #99 según declaraciones recogidas en Todocircuito.com.
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