La dificultad para consumar adelantamientos y la falta de grip en gran parte de la pista, derivada por otro parte de los distintos tipos de asfalto presentes en el trazado, han sido dos de los problemas históricos del circuito rutero de Indianápolis en lo que a MotoGP y compañia se refiere. Para poner solución a este aspecto, el circuito que seguirá teniendo sentido anti horario tendrá modificaciones en las zonas de frenada de varias curvas, diseñadas para ofrecer más oportunidades de adelantamiento y lucha, amén de recibir una nueva capa de asfalto idéntica para toda la pista, salvo el segmento perteneciente al óvalo que seguirá con su peculiar superficie.
"El Campeonato del Mundo de MotoGP ha contribuido en gran medida a la diversidad y al espectáculo que ofrecemos en el Indianapolis Motor Speedway desde el Gran Premio inaugural, en 2008, y estamos encantados de dar la bienvenida a los mejores pilotos del mundo en la capital mundial del motor el próximo agosto. Los cambios que haremos en el trazado posibilitarán una competición más reñida y más rápida para nuestros aficionados en este evento único, que se ha convertido en uno de los principales reclamos de nuestro calendario deportivo" ha señalado J. Douglas Boles, Presidente de IMS sobre esta modificación.
Buscando nuevos registros
Con estas modificaciones, por mínimas que sean, los récords y registros del GP de Indianápolis quedarán bacantes de cara a la próxima temporada, por lo que los pilotos de todas las categorías intentarán poner sus nombres en lo más alto tanto en la carrera, como en la lista de vueltas rápidas y otros aspectos. La carrera se celebrará en el fin de semana del 10 de agosto y allí llegarán como vigentes campeones Marc Márquez en MotoGP, Tito Rabat en Moto y Alex Rins en Moto3.
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