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GOLPE EN LA MESA

Jamie Whincup a un paso del pentacampeonato de los V8 Supercars

El de Triple Eight noquea al pelotón y domina la penúltima carrera del año

Jamie Whincup a un paso del pentacampeonato de los V8 Supercars

Jamie Whincup a un paso del pentacampeonato de los V8 Supercars

Se ha dejado de niñerías y se ha puesto a trabajar. Al 100%. Jamie Whincup ha captado la idea que depende de él mismo para ganar el título. Varios meses a verlas llegar le habían dejado con séis puntos de déficit tras la Gold Coast. En Phillip Island aumentó el ritmo y en Sydney quiere salirse de la pantalla.

En terreno deportivo, no ha tenido rival en todo el día de hoy. Dominante, apabullante. Los adjetivos se acaban, por que el ha sido capaz de sacar petróleo de cualquier derrape, bloqueada de frenos o golpe con el muro. Todo a favor suyo. Y los demás, perdidos en una jungla de acero, asfalto y cemento.

Desmoralizando a la tropa

Lo importante en un deporte, a parte del propio talento, es el estado mental de los pilotos. La esperanza, las ganas de terminar ganando a tu rival. La lucha por sobrevivir en la batalla por un título que ahora sabemos que será para Holden seguro. Aunque no empezaban bien las cosas para uno de los dos contendientes de la marca del león.

Craig Lowndes lograba entrar al Top-10 Shootout, aunque con dificultades. Y la propia sesión a una vuelta no le dejaba sabor a gloria. En la curva 9 perdía la zaga del coche y golpeaba ligeramente los neumáticos. Adiós a la vuelta y empezaría la carrera décimo. Su mayor rival y compañero de equipo, saldría en pole.

La vuelta de Jamie Whincup es de las que recuerdan. Más que por su perfección, será un clásico del deporte por el temple del de Melbourne para ir rápido pese a lo contestón que estaba su Commodore VF en el mediodía Australiano. En la frenada era como un francotirador, pero después tenía prisa por acelerar. El sobreviraje fue un juego de niños. No fue limpia, pero el significado era claro: Whincup estaba un paso por delante del resto.

Winterbottom y Will Davison tenían una situación similar. Frosty había sido fino y la costura de su primera línea de parrilla se dio con suaves puntadas. "Ha sido como conducir en rallies" -comentaba Winterbottom sobre la frenada de la curva 2, el único error destacable de su vuelta -. "Sabes que desde dentro parece una debacle [NdA: Skaife le ha entrevistado nada más acabar su vuelta por radio para el Canal 7], pero la vuelta ha sido buena y estoy contento." Primera línea para el entonces tercero en discordia por el título.

Davison había tenido una vuelta mediocre y no era capaz de sacar el jugo de su Ford. Último evento de Will con FPR antes de dejar el asiento a Chaz Mostert, y no era de su agrado. Las esperanzas seguían basándose en lo que hiciera Whincup en carrera. Los datos y los resultados apuntaban a que Whincup iría con ventaja, pero Sydney puede deparar muchas sorpresas.

Jamie Whincup a un paso del pentacampeonato de los V8 Supercars

Aislado del pelotón

El de Triple Eight sabía que gran parte de la carrera se basaba en una salida perfecta, sin que nadie le molestara. Quizá ha sido el momento de más tensión para el tetracampeón, y el lugar en el que se ha visto más débil.

Los semáforos se apagaban y Winterbottom salía muy bien. Llegaba a la primera frenada líder, pero Whincup sabe como alargar milagrosamente las referencias de frenado y abría hueco por el interior. Lentamente, como si de una película se tratara, la parte trasera del Holden se le descontrolaba ligeramente y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba Jonathon Webb al frente del pelotón, y eso que había entrado cuarto en la primera curva. El de TEKNO Autosports se aprovecha de la menor velocidad de Whincup y le pasa en curva 2.

Lowndes por su parte recuperaba dos puestos, en beneficio de Reynolds y Bright. El #888 sabe perfectamente que debe ir con calma, y lo ha demostrado en la primera fase de carrera. Igual que Winterbottom. Ambos han salido perjudicados de la salida, y adelantaban su primera parada. Era la única forma de acercarse a Jamie Whincup, que adelantó a Jonathon Webb y puso el modo crucero.

Y salió el coche de seguridad. Scott McLaughlin se quedaba tirado y permitió al grupo defenderse de los ataques de aquellos que habían adelantado la primera detención. Bueno, protegerse a medias. Winterbottom y Lowndes se situaban tercero y cuarto respectivamente.

El grupo se juntaba entero y Whincup se enfrentaba a la primera de las resalidas. Y la clase salió a relucir. Whincup se distanciaba con facilidad de Webb, que aguantaba detrás a Frosty y a Lowndes como podía. Eso provocaba que Lowndes saliera con ganas a por el hombre de Ford, y le pasó en la curva 9....¡Winterbottom toca a Lowndes y manda al Holden al muro!¡Reynolds se sube encima de Winterbottom y Alex Davison trompea! El caos estaba servido.

Este incidente se saldó sin coche de seguridad, pero lo que si se saldó con neutralización fue el toque entre Shane Van Gisbergen y Blanchard, que envió al de DJR al muro en curva 1. Locura general mientras Whincup sacaba aún más distancia a Webb. A partir de ese segundo coche de seguridad, la carrera se desarrolló con calma.

La ventana para la segunda parada se abría a partir de la cuarenta y dos, ya que a partir de ella se podía cargar el depósito al máximo y llegar al final. Lowndes, Whincup, Van Gisbergen... Todos los de delante hacían sus detenciones, lo que algunos con más dificultad que otros. El toque con Frosty había dejado a Lowndes con la conectividad entre la boca de entrada de combustible y el depósito dañada, apareciendo una fuga de combustible que obligó a Lowndes a una tercera parada. "Usa al máximo los neumáticos" le decían desde el muro de boxes.

La suerte sonrió a Lowndes tras esa tercera parada final. ¡Winterbottom al muro! Se acabó el juego para el de Ford Performance Racing, que se daba de frente contra el muro interior tras colisionar con Tony D'Alberto, que a su vez había rozado el muro. Otra posición ganada para Lowndes que subía a décimo sexto. Eso sí, seguía calmado, intentando llevar el coche a meta. Mientras, Frosty regresaba a boxes con el coche dañado pero no de forma severa. Para la última carrera estará listo.

Se acercaba el final y Whincup mantenía la primera posición pese a las numerosas neutralizaciones y resalidas. No se ponía nervioso y cruzaba la meta por delante de un sorprendente Jonathon Webb y Shane Van Gisbergen. El neozelandés tuvo una batalla con su compatriota Fabian Coulthard, quien hasta la penúltima vuelta ocupaba el tercer escalón del podio. En la curva 8, el de TEKNO Autosports se tiró al interior y Coulthard golpeó el muro, acabando de forma triste una carrera de matricula de honor.

"Fabian [Coulthard] sufría mucho en las curvas 6-7-8, de forma que metí el morro del coche en cuanto pude. Creo que le había ganado el espacio pero Fabian cerró y nos tocamos" comenta Van Gisbergen. El #97 ha sido sancionado con veinticinco puntos en el campeonato por la maniobra.

A las 05:05 arranca la última carrera del año. El título en juego y Sydney es como el Monopoly: eliges una carta errónea y puedes perderlo todo. La diferencia es que esto no es un juego. Es la realidad del motorsport.

Resultados Carrera 35

1. Jamie Whincup - Red Bull Racing Australia / Holden

2. Jonathon Webb - TEKNO Team Darrell Lea / Holden

3. Shane van Gisbergen - TEKNO Team VIP Petfoods / Holden

4. Jason Bright - Team BOC / Holden

5. Will Davison - Pepsi Max Crew FPR / Ford

6. Tony D'Alberto - Team HIFLEX / Holden

7. Michael Caruso - Norton Hornets / Nissan

8. Tim Slade - Heavy Haulage Australia Racing / Mercedes

9. Rick Kelly - Jack Daniel's Racing / Nissan

10. Todd Kelly - Jack Daniel's Racing / Nissan

11. David Reynolds - The Bottle-O FPR / Ford

12. Alex Davison - Jeld-wen FPR / Ford

13. Alexandre Premat - Fujitsu Racing GRM / Holden

14. Garth Tander - Holden Racing Team / Holden

15. Craig Lowndes - Red Bull Racing Australia / Holden

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