El fabricante de Munich, que se unió a la clase GTE Pro del WEC a comienzos de 2018 con su nuevo M8 GTE -con el que también compite en el IMSA-, podría estar planteándose su salida del Campeonato del Mundo. Mientras que el coche ha tenido éxito en el certamen americano y se llevó recientemente la victoria de la clase GTLM en las 24 horas de Daytona, en el Mundial de Resistencia las cosas son bien distintas y BMW ocupa el último lugar en la clasificación de los fabricantes del WEC con un único podio en su haber.
BMW podría centrarse en el IMSA y dejar de lado el WEC. En la actualidad, la marca lleva varios programas principales, como el DTM -en el que continuará este año con como mínimo 6 vehículos- y la Formula E, donde ha entrado este año como equipo oficial tras llevar varios años ligado a Andretti Motorsport. Un programa de competición bastante completo que podría verse reducido en 2020 tal y como empiezan a apuntar los medios ingleses. Además, Ford continúa evaluando su permanencia en el WEC, que podría concluirse con una salida también a finales de este año. Estas dos posibles marchas podrían hacer bastante daño a la categoría GTE Pro, pues dejarían tan sólo a Ferrari, Aston Martin y Porsche como fabricantes. Sin embargo, tocará esperar al final de esta 'supertemporada' para conocer qué marcas pueden abandonar el WEC y si alguna otra está interesada en incorporarse.
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