Segunda vez que vemos a Sébastien Loeb con un WRC de nueva generación. El excampeón volvió de manera momentánea para realizar unos test con Citroën sobre la grava de Cataluña. Y es que en la formación francesa siguen pensando en mejorar su C3 WRC de cara a 2018 tras un ano para olvidar. "Fue agradable conducir el coche en grava. Hacía cinco años que no conducía un WRC sobre esta superficie. La sensación ha sido bastante buena y muy rápida. Me siento cómodo en el coche", admitía Loeb.
Buscando más agarre
En Citroën siguen trabajando y lo hacen para mejorar el coche, tal y como admitió el propio Loeb. "Estamos trabajando para encontrar para encontrar más agarre, buscando diferentes soluciones. Buscamos algo mejor pero, en general, el coche no está mal", expreso el francés.
Y esta jornada de test no hace nada más que acrecentar las especulaciones acerca de la posible vinculación oficial entre el conjunto de Yves Matton y el propio Loeb de cara a la temporada 2018. Mucho se ha hablado y mucho se est'a hablando de un posible retorno del francés a la que fue su casa y con quien consiguió hasta nueve títulos mundiales. Aun así, el alsaciano no suelta prenda. "Nada está decidido. Tenemos que pensar", finalizó.
Las pruebas, por cierto, también le vendrán bien a Citroën de cara al Rally de Catalunya que se disputara en un par de semanas -entre el 5 y el 8 de octubre- y los reglajes a usar en las secciones y tramos sobre grava -es un rally mixto de asfalto y tierra-. Allí estarán presentes Kris Meeke, Stephane Lefebvre y Khalid Al Qassimi dejando en el banquillo, en esta ocasion, a su mejor clasificado en el Mundial, Craig Breen.
Fuente de las fotos: Citroen Racing.
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