Hasta este mismo año en el que Mitsubishi dejó de fabricar la que sería la última de las evoluciones más deportivas del Lancer (o Carisma, dependiendo del mercado) para contrarrestar a su compatriota de Subaru, el Evolution X.
Lo que no sabíamos es que este Evo X sería el último como lo conocíamos desde 1994, un coche de rallies homologado para circular por cualquier vía, el sedán que todo amante de los tramos deseábamos tener o bien al lado de nuestro coche o bien en el garaje, a la larga, un coche deportivo capaz de emocionar a quien lo condujera y asustar a ilustres marcas de lujo.
Y es que una vez que el Salón de París ha echado el cierre, las noticias han seguido aflorando ya que según publica la revista Autocar, tras una conversación con el Jefe de Producto de la marca, Kanenori Okamoto sí habrá un Evolution XI, pero no un Lancer, ni siquiera será un turismo sino que será un SUV.
El Evo XI será un todoterreno pero tampoco pensemos en el modelo que surca los caminos de tierra usado en los diferentes campeonatos de rallyes TT, el Montero, sino que será lo que entendemos por un SUV: vehículo de ciudad con configuración campera.
Evolución ¿de qué?
En palabras textuales de Okamoto "No habrá más Evolution tal y como lo conocemos, será reemplazado en esencia por un SUV de altas prestaciones". Habrá que ver qué entiende Mitsubishi como todoterreno de alto rendimiento...
Además, el modelo en cuestión vendrá a ser híbrido, algo aceptable en caso de que habláramos de un Lancer Evo XI de gasolina y sistema eléctrico que lo propulsara cual turbo al uso, pero no. No será así.
Más allá de los diamantes en su frontal, lo único que podrá parecerse a la saga Evo del Lancer será que el próximo XI será All Wheel Control, es decir, tracción integral permanente, desarrollada específicamente para el Evo X. Por otro lado, la tecnología con la que se ha experimentado en los últimos años en la Subida a la colina Pikes Peak en Colorado, EEUU, será incorporado, aún de forma desconocida en esta evolución.
El dirigente nipón habla de una nueva generación de ingenieros que han removido los cimientos de la compañía queriendo renovar a la marca, tanto conceptual como tecnológicamente y cuyo resultado parece que va a ser romper con lo que hizo de Mitsubishi un icono en la competición.
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